SETLIST: Wichita/ Cinnamon Love/ Red's Song/ Two Angels/ Closer to Your Side/ Take Me With You (When You Go)/ She Walks In So Many Ways/ Blue/ Pray for Me/ Tiny Arrows/ I'd Run Away/ Clifton Bridge/ Angelyne/ Black-Eyed Susan/ Two Hearts/ Miss Williams' Guitar/ Settled Down Like Rain/ Up Above My Head (Sister Rosetta Tharpe)/ Tampa to Tulsa/ How Can I Send Tonight/ Waiting for the Sun/ Bad Time (Grand Funk Railroad)/
Ésta es una de esas críticas dolorosas que a nadie que ame la música le gustaría llegar a escribir pero lo que ocurrió la fría noche del 26 de Septiembre en Madrid es digno de estudio porque The Jayhawks (con una de las mejores parejas artísticas de las últimas dos décadas a nivel de composición, preciosas voces y una sensibilidad sin límites para pergeñar algunas de las mejores y más bellas canciones que servidor haya escuchado nunca; Gary Louris y Mark Olson) pasaban por Madrid por segunda vez para presentar su "Mockingbird Time"(2011) y lo que se tornó mágico en su primera visita (quizá en buena parte debido a la excitación de verles de nuevo juntos, superando sus diferencias y compartiendo escenario) en esta ocasión ha rozado la apatía y todos (o casi todos) hemos tenido la sensación de ver un concierto correcto (¡sólo correcto!), perlado de grandes canciones que, sin embargo, no han terminado de cuajar en una noche en la que todo apuntaba que sería mágica. Puede ser que estén cansados, que "Mockingbird Time" sea su "canto de cisne" y, a partir de ahora, todo sea una gigantesca cuesta abajo propia del ocaso de toda gran banda. Puede ser que las relaciones entre Olson y Louris no sean todo lo perfectas que éste último se empeña en declarar a los cuatro vientos o, si somos objetivos (y, por Dios, que nunca lo intentamos con The Jayhawks, valga la paradoja) y nos limitamos a evaluar su actuación todo sea culpa de Mark Olson; ese gigante que parece caído, apático, triste pero moderadamente sonriente, errante y dubitativo, inseguro y atrapado en sus demonios internos.
¡Cuánto nos gustan los artistas torturados! Pero es que a Mark Olson es imposible no amarlo, no quererle y apreciar cada gesto suyo y, sin embargo, es irrefutable que su presencia en el escenario lastra a Louris y al resto del grupo cuya presencia, por otro lado, es casi anecdótica. The Right Browns abrían la noche sonando francamente bien y aunque de todos es sabido que no simpatizo con los teloneros y la actitud de su cantante fue bastante cargante con tanta "postura" y supuesta actitud, la suya era una tarea difícil que resolvieron con soltura. Sonaron sólidos y con empaque, con un sonido y un sabor norteamericanos que a todos nos agradó. Es verdad que todavía no están a la altura de The Jayhawks pero es emocionante ver a un grupo abrirse paso, tocar con ilusión y luego echarle un par de huevos y recoger todo su equipo con las mismas ganas después de haber actuado en el Joy Eslava. Me cayeron simpáticos, sus temas destilaban calidad y me parecieron unos currantes natos. La sección rítmica era contundente y la guitarra (bonita Telecaster azul) sonaba acertada en todas y cada una de las canciones. Bien por ellos.
Con retraso (algo que parece una moda), y después de colocar un escueto escenario con menos pedales y equipo del que uno podría llegar a pensar en un grupo de sus características, salían The Jayhawks comandados por el largo Gary Louris y un sombrío Mark Olson ataviado con un fular y guitarra acústica en ristre. "Wichita" y a volar, suenan bien (levemente empastados, supongo que por mi ubicación en la sala) pero con poco volumen, se les perdona pero no su poca entrega. Sé perfectamente quienes son, creedme, y cuando voy a ver a Louris y Olson no espero a Angus Young y Brian Johnson pero ni un gesto, ni una mirada de complicidad, ni el más mínimo atisbo de emoción o sentimiento; algo pasa. "Cinnamon Love" pasa desapercibida y es tocada en segunda, la armónica y el tono lánguido de "Red's Song" nos llevan a Neil Young, a los Flying y a The Band, me reconcilio con ellos y la disfruto todo lo que puedo sin confiarme.
Con "Two Angels" el concierto ha dado un pequeño bajón de intensidad con el ritmo pausado de las últimas dos canciones pero eso se soluciona rápido con "Closer To Your Side" y su herencia Byrds, Mark rompe una cuerda de su acústica y se la retiran por lo que abordan "Take Me With You (When You Go)" con tan sólo la Gibson SG de Louris y la actitud de Olson fuera de lugar. No sabe colocarse en el escenario y parece perdido, agita su fular y exagera el tono grave de la estrofa rompiendo la melodía de la canción y haciéndola parecer más lenta, como si estuviésemos escuchándola a menos revoluciones de las debidas. Sé que a mucha gente le gustó, a mí se me hizo eterna y deseé que le devolvieran la acústica lo antes posible. Me duele decirlo pero así fue, convirtió la canción en un chiste por momentos, lo único salvable fue el puente con Louris elevando la voz y obligándole a hacer a su compañero.
Por suerte, recuperan algo de ritmo con "She Walks In So Many Ways" y, la eterna y coreada por todos, "Blue", tan mágica como siempre. ¿Cómo es posible que con semejantes canciones estemos hablando de un concierto tan apagado, tan poco lucido?
"Pray for Me", la ineludible "Tiny Arrows" y un "I'd Run Away" que me hizo salter alguna lagrimilla mientras la sorpresa venía con una emocionante "Angelyne" con Louris pletórico y, de nuevo, todos cantando. "Two Hearts" y la ya mítica "Miss Williams' Guitar" nos llevaban al final del concierto con una góspel "Up Above My Head" que me gustó y animó pues pareció insuflarles energía. "How Can I Send Tonight" y, quizá mi favorita, "Waiting for the Sun" que, otra vez más, volvió a sonar excesivamente apagada y lenta. Y para despedirnos y con las luces a medio encender, un "Bad Time" de Grand Funk Railroad que hicieron suya hace mucho tiempo y que dibujaba caras de felicidad entre todos los asistentes. A la salida todos corremos, al día siguiente hay que madrugar, algunos hacen tiempo para poder saludar a Louris y Olson cuando abandonen la sala, escucho comentarios entusiastas y puedo decir que les he vuelto a ver y lo he disfrutado pero faltó algo; eso tan difícil de explicar pero que nadie puede negar, eso que no se puede medir ni razonar, faltó magia...
© 2012 Fukk Wylde