SETLIST: Every Inch of You/ Black Shuck/ Growing on Me/ She Just a Girl, Eddie/ One Way Ticket/ Nothin's Gonna Stop Us /Get Your Hands Off My Woman/ Love Is Not the Answer/ Love Is Only a Feeling/ Friday Night/ Concrete/ Everybody/ Have a Good Time/ Street Spirit (Fade Out)/ Givin' Up/ Stuck in a Rut/ I Believe in a Thing Called Love/ With a Woman/ Love on the Rocks With No Ice/
¿Has visto alguna vez a un grupo empezar a sudar en el primer tema? ¿A un cantante dar palmas con las piernas mientras hace el pino sobre la base de la batería? ¿A un guitarrista hacer un solo mientras salta y da una patada al aire? ¿Hora y media de concierto plagada de singles? Pues eso y mucho más es lo que pudimos vivir los afortunados asistentes al concierto de The Darkness en La Riviera. Hora y cuarto de retraso respecto al horario marcado, los hermanos Hawkins tomaban el escenario y nos hacían olvidar la espera con un concierto intenso, brutal, energético y divertido, rockero como pocos y llenos de sudor, ganas y buenos riffs. Tras nuestra experiencia en su última visita a la capital en el Sonisphere del 2011 y el inesperado y grandioso regreso con un discazo como "Hot Cakes" la expectativas eran tan grandes que producía algo de vértigo acudir a verles y contemplar el pinchazo pero no, The Darkness han vuelto y lo han hecho por la puerta grande. La Riviera mostraba una entrada parca y desoladora que, poco a poco y según se fue acercando el comienzo del concierto, terminó con la pista llena de gente saltando, brazos en alto, coreando cada canción, sonriendo, bebiendo, colegas abrazados, minis yendo y viniendo, cigarrillos furtivos y decenas y decenas de camiseta de Thin Lizzy, Boston, Wacken, Sonisphere, AC/DC y The Darkness y es que una de sus grandes virtudes (entre otras muchas otras) es que son capaces de aunar a una fauna bastante variopinta que no tendría cabida en ningún otro concierto pero que en éste se une como una gran familia hermanada gracias al "buen rollo" que emana de la música y actitud del grupo.
Tras sonar "The Boys Are Back In Town" de Thin Lizzy y "Arrival" de ABBA (curiosa declaración de intenciones pero lógica en su universo) salen al escenario Justin y Dan Hawkins, Frankie y Ed, todos con unas pintas dignas de los simpáticos Spinal Tap y atacan con "Every Inch Of You" cuyo grito de guerra en falsete fue coreado por todos, ese "Suck my cock!" que debió sonar hasta en el Vicente Calderón y Justin sonrió sabiendo que aquello era batalla ganada pero no por ello se relajó y desde el primer segundo no paró de saltar, bailar, jalear a las primeras filas, cambiar de guitarra y dejarse la piel como pocas veces he visto en un escenario. Mi novia, asombrada, me decía: ¿Se ha metido algo? Pues espero que no por su propio bien, el de la banda y todos aquellos que llevábamos sus camisetas pero la actitud de Justin era tan entusiasta y mostraba tal hiperactividad que nos dejó boquiabiertos a todos. Si en el Sonisphere sonaron bien, ahora se han convertido en una verdadera apisonadora, suenan sólidos y compenetrados, tanto que no da la sensación de que se preocupen de otra cosa que no sea de pasárselo bien sobre las tablas y eso, queramos o no, se transmite y hace que su público disfrute aún más. "Black Shuck"nos pasa como un obús con ese riff tan "acedeciano" y Justin haciendo como si recibiese corrientes eléctricas, si crees que lo de Diamond Dave era algo único es porque nos has visto a Hawkins en concierto, contemplarle es revivir la emoción de unos jovencísimos Van Halen mezclados con la teatralidad de Queen y la dureza de los hermanos Young. Justin es divertido y no duda en dar lo que cada tema necesita por no hablar de su criticado y exagerado falsete lleno de reverberación que alcanza notas tan altas en directo que a veces parece que se nos vayan a romper los tímpanos.
"Growing On Me" suena como un himno, como lo que es; un clásico moderno que eleva la moral en los días más grises. Han salido una hora y cuarto tarde, es Domingo y, sin embargo, nos meten tal inyección de ánimo que resulta imposible no sonreír. A estas alturas no hay dudas de que "Permission To Land" (2003) es un gran debut que ha hecho historia les guste o no a muchos. "You really growing on meeeeeee" gritamos todos emulando a Justin. ¡Viva el Rock! "She Just A Girl, Eddie" no lo dudes, es tan sólo una chica, vayamos a por ese billón de mujeres que te promete la canción, no te vengas abajo por mucho que todo parezca derrumbarse porque ella es sólo una chica más. ¡Vamos, Eddie! Y todos a botar, minis volando por acá y allá. "One Way Ticket" nos recuerda que "One Way Ticket To Hell ...And Back" (2005) era un buen segundo disco y éste es todo un temazo de estadio que suena glorioso, ¡no exagero, debéis escucharlo en pleno concierto! No nos dejan aliento y se marcan un "Nothin's Gonna Stop Us" que nos confirma en el buen estado en el que se encuentran The Darkness, sería injusto decir que están atravesando una segunda juventud porque todavía están en su "primera" y lo único que han hecho ha sido volver a tomárselo en serio y vaya si lo hacen... ¿A alguien le quedaron dudas de que nada va a pararles?
Exhibición vocal de Justin en "Get Your Hands Off My Woman" que sonó estremecedora con unos falsetes inhumanos e inalcanzables incluso para muchos cantantes de heavy y el momento de relax llega con "Love Is Not The Answer" y el single "Love Is Only A Feeling" con mecheros al aire incluídos y los Hawkins manejándonos a su antojo. Divertidísima sonó "Friday Night" (¿qué gran vídeo, verdad?) y "Concrete" que se confirmó como una de las mejores canciones de "Hot Cakes" a pesar de tener que competir con otros pesos pesados en este disco, sonó perfecta e intensa a pesar del parón técnico del que supieron recuperarse como si nada. Aunque el riff suene a los australianos más famosos del planeta, el estribillo es puro KISS, no hablo de otra sino de "Everybody Have A Good Time" en la que, cada vez que había un fogonazo de luz, se podía ver nuestras caras de felicidad. Pero la sorpresa viene quizá de la única influencia del grupo que es compartida por todos sus miembros y así "Street Spirit (Fade Out)" de Radiohead fue convertida en un himno metalero de primera sin olvidar la emocionalidad de la original. Si pensaste que nadie podría cantarla como Thom Yorke te equivocabas, Justin es capaz de rascar tus oídos como nadie y continuar con "Givin' Up" y "Stuck in a Rut" para terminar de rematar la jugada, acabar con la energía de su propia audiencia con "I Believe in a Thing Called Love", la enormidad que es "With a Woman" y dejarnos por los suelos con "Love on the Rocks With No Ice"
A la salida todos creemos haber visto al mejor grupo de Rock del momento, cientos de coches forman un interminable atasco a la salida debido al final del partido que la afición colchonera no para de celebrar pero que nadie se confunda, los que de verdad ganaron el partido este Domingo fueron The Darkness.
© 2012 Sam Malone