Para Matthew, Christopher y Dominic, la música no se puede crear ni destruir, sólo se transforma y sólo así uno puede llegar a entender el nuevo disco de MUSE porque tiene tantos ingredientes de sus anteriores discos, de dance, música electrónica, clásica, ópera, rock duro, progresivo, pop, alternativo, Queen, Pink Floyd, King Crimson, Bowie y Prince que aturde a la primera escucha tanto como fascina, es verdaderamente adictivo. Soy de los pocos afortunados que me compré "Showbiz" (1999) en su momento y pude disfrutarles en una sala minúscula y así sucesivamente con cada gira y con cada single, con cada disco y concierto sentía cómo el grupo crecía y subía un escalón más y, poco a poco, MUSE y su universo de exceso de información, de paranoia, conspiraciones, teorías espaciales de agujeros negros devoradores, relaciones tortuosas, opereta, falsetes y riffs pesados han llegado a convertirse en una garantía; afrontar un disco de MUSE es una tarea arriesgada en la que ellos, sabedores de su propuesta, suelen ganar más seguidores de los que siempre pierden con cada lanzamiento pero si hay algo claro al pinchar cada álbum es su innegable calidad compositiva y su sonido. "The 2nd Law" no defrauda y eleva a la décima potencia lo que nos ofrecieron en "The Resistance" (2009) ¿Por qué quién tenía la clarividencia para decir que aquel disco sería todo un éxito? Todo apuntaba a que no, la juventud no parecía demandar una trilogía como la de "Exogenesis" o una versión remozada de Queen y Verdi en "United States of Eurasia" con una coda de Chopin incluida, por eso es que al trío de Devon le tuvo que sentar tan bien y Bellamy sonreír de satisfacción. Coldplay y MUSE surgieron casi a la par y las comparaciones fueron inevitables allá por sus primeros discos, con incendiarias declaraciones por parte de Tom Yorke, pero hay algo muy claro; mientras que Coldplay ha triunfado y se ha convertido en una banda de estadio acercándose a las masas, bañándose en el mainstream puro y duro (haciendo concesiones tan cuestionables como la colaboración con Rihanna) MUSE, sin embargo, ha llevado a las masas a su terreno y son capaces de hacer que sesenta mil chavales les aclamen y pidan un tema tan onírico como "Blackout" o tan bizarro-tarantinesco como "Knights Of Cydonia" lo que resulta pintoresco pero sin duda representa una victoria ganada a pulso tras años de mucho, mucho trabajo y, por qué no decirlo, talento y virtuosismo, eso mismo de lo que carecen otros grupos de su generación y por lo que muchos se han quedado por el camino.
"The 2nd Law" se ha grabado en el otoño del 2011 y, cada vez que veíamos fotos de las sesiones de grabación, nos parecían más y más raras. ¿Bellamy usando una Stratocaster? ¿Un coro de cincuenta personas? ¿Se habían vuelto locos? ¿Por qué mencionaban el synth-pop o el Dubstep? Llegaban fotos de Matthew huyendo de los periodistas junto a su mujer Kate Hudson, rumores de tensiones entre Christopher y Dominic con Bellamy, la Tercera Guerra Mundial en el seno del grupo. ¿Llegarían a completar su nuevo disco? Para colmo, nos llega la noticia de que "Survival" sonaría en los Juegos Olímpicos de Londres. El que más y el que menos se llevó las manos a la cabeza. ¡Habíamos perdido a MUSE, se convertirían en los U2 más vulgares de la última década! Pero qué equivocados estábamos....
¿Te imaginas cómo sonarían Led Zeppelin si volviesen a tener treinta años ahora en este mismo año? Pues así suena "Supremacy", con un riff pesado y metálico, místico, sonando como "Kashmir" pero con el componente épico de Waters y el mejor sonido que puedas imaginar con la tecnología actual. Por si no teníamos bastante, el falsete de Bellamy evoluciona de una mezcla de Robert Plant y Jeff Buckley a un alarido que hiela la sangre para volver a ser interrumpido por la "pinkfloydiana" marcha militar del tema. Simplemente brutal, un dislate que hay que escuchar media docena de veces para poder descomponerlo y entenderlo pero tan sólo una vez para sentirlo. Apabullante. "Madness" no es una locura tal y como su nombre indica, tampoco es un ultraje al sonido de MUSE, cualquier que haya seguido al grupo en sus dos últimos lanzamientos entenderá un tema así. Bello y cortante, el "Numb" de nuestra década mezclado con la elegancia del mejor Prince, si toda la música electrónica sonase como "Madness" las hordas de "clubbers" tendrían mejor gusto en general. El solo suena a Brian May, puede que Matthew diga que es casualidad el acercamiento a Queen pero esa guitarra convierte a "Madness" en "I Want To Break Free" y no hay nada que pueda hacerse excepto seguirla, cantarla e incluso mover los pies en señal de aprobación mientras los coros nos hacen pensar en el gospel. Impresionante.
Volvemos a May y Mercury y su "The Game" (1980) porque el bajo de Christopher suena a Deacon, más funk que nunca, y la voz de Bellamy tiene más cuerpo mientras que los arreglos de los metales le dan un toque de discoteca, a medio cocer de nuevo entre Prince e INXS, que le sientan de muerte sin perder de vista a la guitarra porque el riff es un lujo al que hay que prestar atención, seguro que en directo se convertirá en todo una fiesta. "Prelude" sirve para introducir "Survival" al más puro estilo MUSE cuando tiran de clásica. El comienzo de "Survival" vuelve a ser puro Queen, para qué negarlo a estas alturas, pero el in crescendo hace aumentar la tensión con cada segundo que pasa dotándola de un ambiente claustrofóbico ajeno a los de Brian May, con unos coros que ponen la piel de gallina y hacen que toda la canción estalle con una guitarra que parece arrancar como un reactor y un alarde tras los parches de las manos de Dominic. No puedo imaginarme algo más grandilocuente para los Juegos Olímpicos, no es una composición fácil pero eso es algo a lo que debe acostumbrarse todo aquel que se enfrente a este "The 2nd Law".
"Follow Me" inaugura lo que podría ser la cara B del disco y cambia de tercio, pero pronto evoluciona con un riff electrónico (¿qué contrasentido, verdad?) y nos recuerda levemente a "Black Holes and Revelations" (2006) pero con un sonido más contundente y denso, más sólido, propio del Dubstep en su estribillo. ¡Así deberían sonar Depeche Mode ahora! "Animals" es de mis preferidas, una maravilla con una guitarra "guilmouriana", una delicia que suena nocturna y oscura pero llena de esperanza como la nana que es "Explorers". "Big Freeze" es lo más funky que el grupo ha hecho y vuelve la herencia de Prince en los coros y el sentimiento del tema en general pero las grandes sorpresas son "Save Me" y "Liquid State" cantadas por Christopher; la primera es un tema delicado con un tono no muy alejado del de Matthew y unas guitarras que parecen llegar en cálidas oleadas a tus oídos mientras que "Liquid State" es la más sucia de todo el conjunto (y quizá de toda su discografía) con esas guitarras tan graves y pantanosas, más cercana al Stoner Rock de Queens Of The Stone Age que al exagerado rock propio del grupo. Refrescantes es decir poco.
Pero, para que no nos olvidemos de quién es este "The 2nd Law", volvemos a la tremenda epicidad de dos temas como "The 2nd Law: Unsustainable" y "The 2nd Law: Isolated System"; en la primera parece que el mundo vaya a acabarse y un futuro distópico liderado por las máquinas (nótese nuestras ricas influencias) se apodere de nosotros durante los casi cuatro minutos en los que Bellamy tan sólo parece lamentarse entre aullidos. "The 2nd Law: Isolated System" es fundamentalmente una "outro" a piano llena de intensidad que nos hace plantearnos; ¿qué es lo que acabamos de escuchar? Pues simple y llanamente uno de los mejores discos de este año, menos mal que todavía tenemos a MUSE.
© 2012 Gonzo