SETLIST: En Este Mundo Raro/ Enséñame A Dormir/ Colgado/ No me imagino/ Lagrimas Sin Nombre/ Sólo Ha Sido Un Sueño/ Margarita/ La Calle Del Olvido/ Pero a Tu Lado/ Trenes Perdidos/ Desapareces/ Por el bulevar de los sueños rotos/ Te he echado de menos hoy/ Nada más/ Buena Chica/ Ojos de perdida/ Ojos De Gata/ Déjame/
No voy a negar que fui el primer sorprendido, tras comprar la entrada para ver a los Beach Boys, con la inclusión de Los Secretos en el cartel. Cuando uno piensa en California, olas, chicas y verano, el último grupo patrio en el que uno piensa es en el de Álvaro Urquijo y Ramón Arroyo pero, al mismo tiempo y según se acercaba el día, no podía imaginar a ninguna otra banda o artista con más estilo, profesionalidad, sonido, coherencia y clase que Los Secretos para compartir noche con los de Brian Wilson porque hablar de teloneros resulta hiriente con Urquijo después de tantos años, esfuerzo y tesón. Así, con un calor inhumano y después de llevar un buen rato esperando, los madrileños salían con su habitual sencillez, Álvaro con una boina, Jesús, Juanjo y Santi tomaron sus posiciones y Ramón, con una camisa muy a lo Johnny Cash, armado con una decena de guitarras a cada cual más apetecible, bonita y diferente en cuanto a sonido. ¿Soy el único que considera "En este mundo raro" (2011) un disco excepcional? El año pasado se marcaron un álbum sobresaliente con un sonido fresco y de sabor americano lleno de bonitas melodías de esas que uno recuerda aún cuando el disco ha dejado de sonar. Y precisamente con "En este mundo raro" nos inundaron con la calidad y suavidad de sus guitarras mientras, poco a poco, iba atardeciendo en la sierra de Gredos. ¿Suena bonito? Más fue verlo.
Si teníamos dudas sobre el sonido, con Los Secretos se disiparon, ofreciendo un repertorio lleno de matices y delicados arreglos con la guitarra de Ramón sonando magnífica en "Enséñame a dormir" y, antes de que pudiésemos reaccionar, nos disparan al corazón con un "Colgado" que empezó a ser seguido por todos los allí congregados que, por un momento olvidaron que estaban allí por Wilson y Love, y se engancharon a un concierto "raro" (como ellos mismos denominaban a algunas fechas de esta gira en honor a su nuevo disco).
"No me imagino" y volvemos al sonido de guitarra más típico del grupo echando de menos a Enrique pero no podemos abandonarnos en la tristeza y sí centrarnos en Álvaro que la hace sonar magníficamente bien. Resulta curioso verles interpretar estos temas de pop aparentemente sencillo y escuchar cómo suenan en directoM como el piano juguetea con las guitarras y los punteos de éstas se entremezclan con las estrofas. Las constantes introducciones de Álvaro amenizan la noche ya de por sí mágica y presenta "Lágrimas sin nombre" que es seguida por "Sólo ha sido un sueño" y de nuevo Ramón cambia de guitarra (¿cuántas van ya?) para darnos una nueva clase a las seis cuerdas, me gustan los guitarristas que están al servicio de la canción y son capaces de atraer toda la atención o pasar desapercibidos, hacer de arreglistas y darle a cada tema lo que necesita y así es Ramón Arroyo, todo un maestro.
La bonita "Margarita" (en la que muchos nos acordamos de aquel vídeo con Enrique, montados en la parte de atrás de una camioneta) con Álvaro dándole a su Rickenbacker con ilusión y nos vamos a "La calle del olvido" para desembocar en "Pero a tu lado" con, ya sí, todo el público cantándola. ¿A quién no le puede gustar una canción así? ¡Es perfecta, jodidamente perfecta!
Volvemos al "mundo raro" con la evocadora "Trenes perdidos" (que me recuerda mucho al tipo de canciones que hace Quique González, sin duda uno de sus alumnos más aventajados) y seguimos en ese disco con "Desapareces" en la que que llegamos al final del primer tramo de este concierto porque lo que nos espera a partir de ese momento es un auténtico final de traca con "Por el bulevar de los sueños rotos" (la última vez que la he escuchado en directo justo antes de la pérdida de Chavela), "Te he echado de menos hoy", nostálgica "Nada más" y volvemos a coger ritmo con "Buena Chica", la clásica "Ojos de perdida" en la que hacen bailar a toda la sierra y ésta vez de Gata con "Ojos de Gata" en la que siempre me acuerdo de la inevitable polémica sabinera y, cómo no, acaban con "Déjame" metiéndose a todo el público en el bolsillo. Luces encendidas, saludos y caras de satisfacción.
La verdad es que ver a Los Secretos es asistir a una batalla ganada desde el primer segundo, desde la primera canción. Simplemente geniales, como siempre.
© 2012 Jim Tonic