¿Por qué engancha tanto el Black Metal? Posiblemente nadie pueda responder a esta sencilla cuestión. Es algo muy difícil de explicar. Partimos del supuesto que no tiene mucho sentido que una música tan infecta y ratonera pueda emocionar tanto o más que cualquier otra. Resulta chocante, incluso irracional pensar de esta manera, pero los hechos están ahí y son ineludibles. No sé ni cuándo ni por qué me viene mi pasión por el género musical favorito de los seguidores del diablo y de los adoradores de los dioses vikingos. Simplemente puedo afirmar que este mundillo te atrapa de lleno y una vez que caes en él, como si de una poderosa droga se tratara, resulta complicadísimo escabullirse de él. En el Black metal, ver la luz al final del túnel se convierte en una verdadera utopía y en una desdicha. Estamos ante un género infame de oscuridad y tenebrosidad sin límite; donde casi siempre los artistas muestran muy pocas luces y si por el contrario demasiadas sombras.
Gracias a Dios (o al Diablo, según como se mire) esto no siempre es así, y como en cualquier otro estamento de la vida, a toda regla concurren dispares excepciones. Watain es una de ellas, posiblemente una de las más claras y llamativas. Danielsson y sus chicos son de lo poco bueno que tiene el Black Metal actual y moderno, siempre innovando e intentar ir un poquito más allá; y no quedarse por su parte anquilosados en baremos poco saludables y lozanos. Posiblemente ese buen hacer que tiene Erik viene en su mayoría heredado por su caída en Dissection y más concretamente por la amistad que tenía con su socio y fundador Jon Nodtveidt; un mago de la guitarra y uno de los primeros artífices en poner una nota disonante y de calidad a este movimiento fétido y apestoso. Erik, alumno aventajado del maestro, supo seguir al pie de la letra el evangelio de Jon (por lo tanto de Quorthon) formando una de las bandas más fantásticas y adictivas que tiene el Black Metal.
Trece años han transcurrido ya desde su formación en 1998 y desde entonces no han dejado de crecer. Cargan a sus espaldas con cuatro trabajos discográficos, entre los que se encuentra esa obra maestra del "black" que lleva por título "Lawless Darkness", que nos dejó a los amantes del género con la boca abierta y del que ya en su momento dimos buena cuenta aquí en Blogofenia. Todo un cinco estrellas que para mí marcó un antes y un después en el devenir de esta banda; pasando de ser unos simples extraños y desconocidos a hacer grandes giras, a uno y a otro lado del Atlántico, bien como cabezas de cartel de sus propios tours, bien acompañando a grupos de la talla de Behemoth o de In Solitude tal y como ha ocurrido en su última gira hasta la fecha , que hace pocos días les llevaba por toda la geografía americana en un tour auspiciado por la prestigiosa revista "Decibel"...Trece años dan para mucho y han considerado que era un buen momento para plasmarlo y enseñárnoslo en un trabajo que han titulado "Opus Diaboli".
Se trata de un dvd de una hora y media de duración en el que se alterna entrevistas a Erik con actuaciones de la banda en directo en una sala de nombre impronunciable y sita en algún lugar de Estocolmo. Las entrevistas no vienen subtituladas, aunque hay que decir que el inglés pausado y claro de "E" facilita mucho su compresión. Lo que me queda claro después de verlo, es que esta gente son auténticos adoradores del diablo, pero no sabéis hasta que punto. En el dvd se pueden apreciar diferentes momentos en los que su líder realiza diferentes rituales satanistas y de magia negra, que más bien poco o nada tienen que ver con la música, pero que dotan al momento de una teatralidad y dramatismo enormemente enriquecedor. Por ejemplo, me pone la piel de gallina escuchar la susurrante voz de Erik narrar las dos partes de las que consta el símbolo de Watain y su significado... Que si el tridente en la parte superior, que si la cruz en la parte inferior.
Que si el tridente es un símbolo de fuerza y de terror, en el que cada uno de sus "dientes" escenifica a cada uno de los tres miembros principales del grupo (E, P y H), mientras que la cruz, símbolo de odio y animadversión para muchos blackmetaleros, es la encargada de escenificar a los otros dos soldados que toman batalla en los directos de la banda (Set y A)...Como la cruz puede convertirse, no sin cierta deformación visual, en una "X", mientras que el tridente se transforman en unos simples y lánguidos monolitos. Juntando la "X" con los tres "palos" que forman el tridente ("III") se forma el número 13 en el lenguaje romano...mismo número que en las cartas del Tarot escenifica a un esqueleto en un campo, con una guadaña en sus manos y multitud huesos a sus pies. Es decir el número 13 en Tarot significa: "la muerte"...
...Apenas nombra Erik la palabra "Death" suenan las primeras notas de "Reaping Death", haciéndote saltar del sillón (no sabes si del susto o de la emoción de escuchar tan magnánimo tema). El sonido y la imagen que han logrado plasmar son alucinantes e imponentes; se nota los enteros que está ganando esta gente día tras día y disco tras disco. "Opus Diaboli" tiene una parte buena y otra mala. La mala es que el dvd sólo contiene una pequeña parte del directo de Estocolmo, concretamente 7 canciones (y se te hace un poquito corto...aunque ya se sabe el dicho de que "lo bueno si es breve..."). La parte buena es que dicho dvd viene acompañado de dos discos en directo con el show completo en directo. Ni que decir tiene que la actuación descarga la mayoría de su peso sobre el antes mencionado "Lawless Darkness", poniendo en jaque temas como Malfeitor, con un Erik sobresaliente y descarado; o la instrumental que da título al álbum, en este caso con un grupo totalmente uniformado y conjuntado, sonando todo a las mil maravillas y con un enjuague visual que ya quisieran muchas bandas, que poco tienen que ver con el Black Metal, para sí.
"Devil´s Blood" junto con "Stellarovore" son las encargadas de representar a "Sworn To The Dark" en el dvd, que en el audio se ve auspiciada e incrementada por "Storm Of The Antichrist". De las tres me quedo con el comienzo de "Stellarovore", distinto de la edición en el estudio, dejando de lado aquella intro operística de Erik, en este caso sustituida por un juego de guitarra y batería sobrecogedor y estremecedor. De su primer disco llama la atención la rapidez y la nitidez de "On Horns Impaled". Como es lógico no tiene todavía tan acentuado el elemento melódico que la banda ha ido generando e incorporando a su música con el devenir de los años, pero sí que posee la magia y el maleficio que sólo los genios saben inyectar y transmitir. Tres minutos de rabia y de dolor que conducen, en la versión audio exclusivamente, al tributo de uno de sus grupos favoritos...Quorthon y sus Bathory se ven homenajeados por una espectacular "A Fine Day To Die". ¿Qué título, verdad? Está claro que esto sólo puede ser fruto de mentes enfermas y resquebrajadas.
Su cuarto álbum suma y sigue con las apariciones estelares de "Total Funeral", que contiene uno de los mejores solos "made in" Set; o con la poderosa base rítmica de "Four Thrones", que en este caso haría temblar los cimientos de cualquier Iglesia o Basílica que se encontrara al alcance de tan funesta melodía. Aunque si hay un tema de Watain que está por encima del resto ése es "Waters Of Ain". Ellos lo saben y así nos lo muestran en un corte que sumándole el outro se va cerca de los 20 minutos de duración. Qué maravilla, que obra maestra tan magnífica ha parido este chaval de características más bien delgado y raquítico. Resulta increíble que un cuerpo tan pequeño pueda albergar tanta maldad y tanto dolor, del mismo modo que resulta apasionante poder ver y escuchar la esencia de Watain sobre un escenario. Sabiendo de su adoración por el número trece, seguramente el año que viene nos deparará alguna que otra sorpresa por su parte.
Así que no temáis, no os asustéis, que no os de miedo el Black Metal. No convirtamos a este estilo en el patito feo del Heavy. Estamos ante uno de los géneros más apasionantes y excitantes que esconde nuestra música. Watain no es un grupo más ni una banda cualquiera...darle una oportunidad y comprobaréis por vosotros mismos que estamos ante unos músicos muy grandes.
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