SETLIST: Searching With My Good Eye Closed/ Spoonman/ Jesus Christ Pose/ Gun/ Blow Up the Outside World/ Fell on Black Days/ Ugly Truth/ Hunted Down/ My Wave/ The Day I Tried to Live/ Outshined/ Rusty Cage/ Black Hole Sun/ Live to Rise/ Slaves & Bulldozers/
Ésta es una de las críticas que más me duele escribir porque el origen de está página, muchos no lo sabrán, radica indirectamente en alguien como Ben Shepherd. Durante muchos, muchos, años fue mi bajista favorito, no por su destreza sino por su personalidad. Disfrutaba de sus rarezas en directo y me encantaba leerle en las contadas entrevistas que concedía y fue en una, durante la gira que hizo con Mark Lanegan para presentar "Scraps At Midnight" (1998), cuando contó cómo anotaba en una libreta los conciertos a los que había ido durante los setenta porque nadie iba a hacerlo por él. Así que, cuando en el escenario principal del Sonisphere de este año colgaban el logo del grupo tenía sentimientos encontrados, me explico: Vi a Soundgarden hace dieciocho años y ya eran un grupo en decadencia (las tensiones internas provocarían la separación poco después, no vamos a discutir sobre ello, por eso se separaron) pero, aún así, sonaban sólidos y recuerdo que me impactaron, sin embargo, al cabeza de cartel que he visto en este festival parecía un grupo de versiones. Todas, todas las reuniones de grupos de los noventa están siendo polémicas. Alice In Chains lo ha hecho maravillosamente bien, de Smashing Pumpkins y el desnortado Billy Corgan no podemos decir lo mismo y con Soundgarden se cumplía hace un par de días mi mayor miedo. Cuesta ver a todos estos grandes grupos de los noventa (a los que ya pudimos ver en su momento) volver ahora cumpliendo con todos los clichés y defectos de aquellos "grandes dinosaurios" a los que atacaban hace veinte años y es que, al final, todos son iguales, a todos los artistas (de una u otra calaña) les mueve lo mismo.
Lo dicho, miles de camisetas del grupo y una tensión y una espera digna de los más grandes, es innegable la emoción que transmite ver a Thayil de nuevo sobre el escenario junto a Ben y atrás al inconmensurable Matt Cameron, incluso produce cierta impresión cuando aparece, el ahora insustancial, Chris Cornell y volvemos a verles juntos de nuevo.Y es que ver la estampa de los cuatro sobre un escenario sigue siendo algo magnético hasta que empiezan a tocar. Quizá "Searching With My Good Eye Closed" no es la mejor canción para abrir el concierto de un festival tras más de quince años separados, quizá esperábamos algo más contundente (no hablo de volumen, claro que no) pero aunque es una buena canción (cosa que nadie lo duda a estas alturas) no podría haber sido un inicio más tibio. ¿Por qué? La guitarra de Cornell (rítmica) come con sus inoportunos rasgueos a Kim que no despliega su encanto oriental en los remolinos de sus punteos, no se le escucha lo suficientemente alto y Cornell ni siquiera en una canción como ésta es capaz de afinar. Todos esos que se les llena la boca hablando de Chris como uno de los mejores cantantes del momento después de estar en este concierto me gustaría que hubiesen mantenido la calma e intentado ser objetivos, me gustaría que escuchasen las diversas tomas que por Internet circulan. Ni aún así pueden hacerse a la idea, sonó mal. El viernes, casi todas las actuaciones del escenario principal sonaron muy mal y Machine Head lo confirmó un poco más tarde...
Suena "Spoonman"y lo único que merece la pena es ver a Ben cantar delante del micro (que una vez acabada la canción le retiran), Cornell vuelve a no llegar en los agudos (y no estamos hablando del jodido "Painkiller" sino de "Spoonman") e incluso parece afónico en algún que otro momento, vuelvo a invitar a todos aquellos que no estuvieron a que vean algún videoclip en la red, la estampa de los cuatro totalmente rígidos, sin mirarse es dantesca. Cornell es incluso incapaz de mantener la nota en el alarido final; "Save meeee". Pero si lo hecho con "Spoonman" es, a todos luces, indigno de un cabeza de cartel y una leyenda como Soundgarden, lo de "Jesus Christ Pose" roza el delito, una canción tan densa e intensa, tan sólida como ésta es interpretada sin gracia alguna, con Chris aferrado a su guitarra (no sabe tocarla, damos fe de ello, hubo canciones en las que se colgó una Gibson y no hizo ni un rasgueo, únicamente agarraba el mástil) y Ben divertido mirando a Thayil desde lejos. Es una maravilla ver a Ben y al torbellino que es Cameron, tener a Kim sobre el escenario es un lujo pero no hay química, no hay más magia que con la que el mismo público quiera teñir la noche. Miro a mi alrededor, mucha gente se está yendo, la mayoría están charlando aburridos. Yo mismo estoy harto a la tercera canción.
"Gun" de puntillas y un "Blow Up The Outside World" tan farragoso y lento que desespera, ni siquiera los cambios de ritmo suenan tan emocionales como en el disco. Han pasado casi veinte años y es una estúpidez pedirles que vuelvan a tener treinta años pero hay directos de 1992 (sin ir más lejos, de la gira europea, en Francia) en los que "Searching With My Good Eye Closed" suena mística y llena de fuerza y algunos de su última gira en los que incluso (¡incluso en aquella!) eran capaces de transportarte con "Blow Up The Outside World" o "Jesus Christ Pose" y es que los años han pasado por los tres (por Cameron no) y mientras Ben lo lleva con dignidad y sigue siendo el mismo de siempre, no puedo decir lo mismo (a pesar de todo el cariño que les tenga) de Kim Thayil (al cual no vi ni una sola vez aullar frente a sus pastillas) o Chris Cornell que parece aletargado, cansado y ajeno al concierto. Un sólo ejemplo; si llega a ser Eddie Vedder y sus Pearl Jam quienes hubiesen cerrado el festival estaríamos hablando de una noche especial, de un gran concierto, porque Vedder, McReady, Ament y Gossard son unas auténticas fieras en directo, Soundgarden ya no.
Pero lo peor estaba por llegar con una versión fallida de "Fell on Black Days" o "Hunted Down", "My Wave" sonó vulgar y una de mis favoritas, la enorme "The Day I Tried to Live", sonó sin ganas (lo bueno fue escuchar esos fraseos de Ben al bajo) mientras que "Outshined" aburrió al personal y "Rusty Cage" demostró que si Johnny Cash pudo mejorarla doblándoles la edad y con tan sólo una guitarra acústica, lo de Soundgarden es la crónica de una muerte anunciada.
Emoción del respetable ante la obvia "Black Hole Sun", la anodina "Live to Rise" y un final aburrido con "Slaves & Bulldozers", una gran canción que sonaba bien hace veinte años y ahora nos mostraba a un grupo cansado tras una hora y veinte de concierto, unos pocos minutos de acoples y zumbidos de Kim contra su amplificador y Ben tirando el bajo en el foso (quizá el único gesto llamativo de la última media hora) y Cornell huyendo como si acabase de pintar la Capilla Sixtina o fuese a dormir la resaca. El mal sabor de boca se tradujo en risas cuando, al día siguiente, muchos de los presentes en el concierto de Metallica decían que lo de Soundgarden había sido impresionante, la mejor actuación del festival pero, claro, esos mismos confundieron "Battery" con "One". Ojalá Ben se quede entre nosotros, Matt vuelva a Pearl Jam, Kim con su novia y Cornell se pierda, lejos, muy lejos. Sí, estuvieron los cuatro, se llaman Soundgarden, estuvieron las canciones pero no la magia, la química, como quieran llamarlo, la música es algo más y estos tipos ya no lo tienen.