SETLIST: Black Diamond (KISS)/ Zero/ Bullet With Butterfly Wings/ Today/ Starla/ The Beginning Is the End Is the Beginning/ Quasar/ Panopticon/ Tonight, Tonight/ Ava Adore/ Neverlost/ The Everlasting Gaze/ Oceania/ 1979/ Cherub Rock/ Muzzle/ Disarm/ Space Oddity (David Bowie)/ X.Y.U./ Black Diamond (KISS)
Esta crítica está pensada para los gordos, para los flacos, para los altos, para los bajos, para los que participan, para los que viven, para los que suman, para los que no se callan, para todos aquellos que creen hablar o escribir con propiedad sobre un artista o su obra, para esos que, mediante el insulto y el ataque, creen saber mejor que el que suscribe y pretenden dar clases y evidenciar las diferencias entre una crítica y una opinión porque, queridos míos, las críticas opiniones son y nunca, nunca, serán objetivas sino subjetivas y dependiendo del rasero con el que se midan más aún. Podrán retorcerse como gato panza arriba cuando lean lo que opino sobre los erráticos Smashing Pumpkins porque lo que es un hecho es que la carrera de Corgan está en pleno declive. Pero sigan leyendo, por favor, no se alteren porque no es algo que diga yo sino que está objetivamente comprobado; en decadencia.
Esta crítica está pensada para los gordos, para los flacos, para los altos, para los bajos, para los que participan, para los que viven, para los que suman, para los que no se callan, para todos aquellos que creen hablar o escribir con propiedad sobre un artista o su obra, para esos que, mediante el insulto y el ataque, creen saber mejor que el que suscribe y pretenden dar clases y evidenciar las diferencias entre una crítica y una opinión porque, queridos míos, las críticas opiniones son y nunca, nunca, serán objetivas sino subjetivas y dependiendo del rasero con el que se midan más aún. Podrán retorcerse como gato panza arriba cuando lean lo que opino sobre los erráticos Smashing Pumpkins porque lo que es un hecho es que la carrera de Corgan está en pleno declive. Pero sigan leyendo, por favor, no se alteren porque no es algo que diga yo sino que está objetivamente comprobado; en decadencia.
Alcanzó su cénit con "Siamese Dream" (1993) y aquella maravilla llamada "Mellon Collie and The Infinite Sadness" (1995), erró con el bello y oscuro "Adore" (1998) y comenzó los estertores con "MACHINA/ The Machines Of God" (2000). ¿En qué me baso para tal afirmación? ¿Es acaso fruto de un visceral odio hacia el grupo de Chicago o de mi marcada ignorancia sobre ellos? Acudamos a su historia, cuando el grupo eclosionó y recogió los frutos de "Siamese Dream" convirtiendo a "Mellon Collie" en la bandera de su madurez artística eran cabezas de cartel de cualquier festival, sus singles copaban las listas, las "caras b" de éstos eran deliciosas, sus conciertos explosivos, oscuros y magistrales y, déjenme presumir un poco, yo estuve allí; estuve en aquellas giras y sufrí las avalanchas del público durante canciones, por aquel entonces nuevas, como "Zero", "Tonight, Tonight", "Bullet With Butterfly Wings", "Fuck You (An Ode to No One)" o "1979". Sí, estuve allí, incluso en una de sus pruebas de sonido. Pero sonrían, en ningún momento he dicho que "Mellon Collie" me parezca su mejor disco, no vivo en el pasado como muchos dirán, sólo comparo....
"Adore" fue el canto del cisne, un disco enorme e incomprendido con el que ya se empezaban a vislumbrar las crisis internas surgidas durante "Mellon Collie" y "MACHINA" el coletazo final. ¿Saben una cosa? ¡También estuve allí! ¡Dos veces! Hicieron una exclusiva gira europea de presentación del disco (antes de la mundial) y paladeé canciones como "The Everlasting Gaze" o "Stand Inside Your Love" que en directo sonaban abrasivas pero que en disco (y sintiéndolo mucho por Flood) sonaban saturadas y con una producción de mierda. No, en efecto, no soy técnico o ingeniero de sonido, tampoco productor ni nada por el estilo, soy algo mucho más importante; el público, quien decide. ¿Y cómo reaccionó éste? Pues mal, queridos míos, muy mal porque, aparte de una maniobra estúpida por parte de Corgan para acabar con el monopolio y repartir su música por Internet, las canciones de "MACHINA" eran buenas pero no lo que esperábamos de ellos y aquel "MACHINA II" sonaba a descartes de su anterior álbum, mediocre. ¿Les puedo confesar otra cosita más? ¡De nuevo estuve allí! En su supuesta última gira, anunciada a bombo y platillo, con un concierto innecesariamente largo y una primera parte acústica soporífera con Corgan vestido de blanco a base de grandes sábanas (como un davidiano cualquiera).
Después llegaron los aburridos discos en solitario, el fallido intento de ZWAN (sí, pueden adivinarlo, también estuve en aquellos conciertos) y las constantes noticias sobre lo perdido que estaba Corgan y sus actividades extra-musicales, una pena, pero lo peor estaba por llegar. "Zeitgeist" (2007) su supuesto retorno prometía más de lo que cumplía y tanto el disco como sus conciertos fueron decepcionantes (¿alguien recuerda el horror que supuso aquel cartel con The Killers?). Después, el caótico "Teargarden by Kaleidyscope" (2009) los constantes cambios de formación y la promesa de "Oceania" (2012), supuestamente, y según Corgan, el mejor disco de Smashing Pumpkins, claro, Billy, claro...
¿Acaso nadie se ha dado cuenta de que este señor ha perdido el norte? ¿De que sus pasos son caóticos tras la formación más estable de Smashing Pumpkins y aquel "MACHINA"? ¡Claro que después ha hecho buenas canciones y ha tenido algún acierto pero la sensación general es desilusión! Así que, siendo más fan que tú que lees esta crítica y con pocas ganas pero mucha ilusión, acudía a mi cita con Billy Corgan en un concierto "secreto" celebrado en Madrid (a tan sólo cinco meses del anterior, tildado por toda la crítica especializada de descafeinado, nostálgico y a ratos soporífero) para presentar los temas de "Oceania". Mi última oportunidad a uno de los artistas de mis desvelos, a uno de los dioses de los noventa, a aquel que mezcló la furia del Metal con el Rock Progresivo y el Alternativo y salió vencedor.
Por supuesto que a las puertas de la sala se palpaba la excitación de los asistentes, la mayoría de los que estábamos allí sabíamos del privilegio de poder verle en una sala tan pequeñita para su categoría. Una interminable hilera de gente y dentro más nerviosismo aún. ¡Es un concierto secreto con todas las entradas vendidas! ¿Qué más se puede pedir?
Por supuesto que a las puertas de la sala se palpaba la excitación de los asistentes, la mayoría de los que estábamos allí sabíamos del privilegio de poder verle en una sala tan pequeñita para su categoría. Una interminable hilera de gente y dentro más nerviosismo aún. ¡Es un concierto secreto con todas las entradas vendidas! ¿Qué más se puede pedir?
Con cierto retraso, sale Corgan y los suyos. Se echa de menos a D'arcy, a Iha y al bueno y bruto de Chamberlain, los nuevos Smashing no tienen carisma alguno, tocan bien, son buenos ejecutores pero no se sienten sobre el escenario a excepción de Nicole Fiorentino (ex-Veruca Salt) pero sigo echando en falta a la guapa y encantadora Melissa Auf der Maur.
El público, en su gran mayoría, está compuesto de treinteañeros nostálgicos que eran adolescentes cuando Corgan triunfaba por todo lo alto, el resto no tiene ni idea. Cuando Billy, vestido de manera ridícula (por lo menos sin sotana, túnica o pareo como solía hacer) y con una camiseta de Venom y su "Black Metal" (1982) se arranca con una versión de "Back Diamond" cantada por Byrne, el nuevo batería, los de mi alrededor se empeñan en cuchichear lo bien que está sonando la versión de Pantera. Entiendo que si te gustan los Smashing Pumpkings, KISS pueda resultar algo menos que exótico pero si Dimebag levantase la cabeza tocaría "Walk" para todos esos merluzos incapaces de distinguir "Black Diamond" de cualquier tema cantado por Anselmo.
Aunque suenan contundentes, Billy sabe que una versión de KISS desconcierta y hace despegar el concierto con "Zero", "Bullet With Butterfly Wings" y "Today". Todo un acierto tirar de nostalgia porque a esas alturas de concierto (los primeros veinte minutos) la gran mayoría del público está entregado y con ganas de más. La rareza de "Starla", la sólida "The Beginning Is the End Is the Beginning" y las innecesarias "Quasar" y "Panopticon", Billy vuelve a ser consciente del bajón y tocan "Tonight, Tonight" y "Ava Adore", la frenética "The Everlasting Gaze" y la absurda "Oceania"... No es malo tirar de los clásicos cuando uno siente que el público se ha desengachado, claro que no, y nos emocionan con "1979" y "Cherub Rock", la sorpresa llega con "Muzzle" y una versión intensa y efectista de "Disarm" (que según un chaval que tengo a mi lado es la mejor versión que ha escuchado en su vida pero, claro, le pregunto y es la primera vez que ve al grupo, algo no cuadra).
Para puro dislate del personal, interpretan un espacial "Space Oddity" de David Bowie que nadie parece reconocer, ponen la guinda con "X.Y.U." y vuelven al "Black Diamond" de KISS para despedirse. Desde luego, no se puede decir que no hayan sonado bien pero las nuevas canciones palidecen frente a los clásicos y la escasa reacción del público es aún más evidente cuando éste se desata con temas como "Zero" o "Disarm".
A la salida, Billy se entretiene charlando con un grupo reducido de fans (probablemente diez o quince, poca gente), es divertido verle atendiendo las preguntas con pose lánguida y afectada mientras bebe, pone cara de espanto cuando alguien le pide la vulgaridad de una foto o un autógrafo y prefiere responder las preguntas de unos pocos. Afirma pasarlo bien pero no querer acabar sus días tocando, se ve componiendo y grabando pero no haciendo giras interminables. Sale al paso con arrogancia cuando le preguntan qué le parece que muchos no hayan reconocido la versión de Bowie y afirma estar por encima de ello porque él quiere que pasemos un buen rato independientemente de si conocemos o no las canciones. ¿Pero qué hay de que venga a presentar en directo temas aún no publicados? Se alarma ligeramente cuando le dicen que ya los hemos escuchado, hay que aclararle que gracias a You Tube, nada de descargas, y vuelve a insistir en que no importa conocer las canciones, sólo que la gente las disfrute y pone el ejemplo de Nirvana; la primera vez que vio a Cobain en directo fue 1989, todavía no habían grabado muchos de sus éxitos pero la intensidad, la calidad y la pegada estaban ahí.
Siento decirte, Billy, que después de lo que hemos escuchado hoy, "Oceania" nunca tendrá la fuerza de "Nevermind" (1991), las nuevas canciones no aguantan el tipo frente a las clásicas y en directo aburren más que entretienen, una pena porque mi sexto concierto de tu grupo, es la última vez que te veré. Te lo advertí.
El público, en su gran mayoría, está compuesto de treinteañeros nostálgicos que eran adolescentes cuando Corgan triunfaba por todo lo alto, el resto no tiene ni idea. Cuando Billy, vestido de manera ridícula (por lo menos sin sotana, túnica o pareo como solía hacer) y con una camiseta de Venom y su "Black Metal" (1982) se arranca con una versión de "Back Diamond" cantada por Byrne, el nuevo batería, los de mi alrededor se empeñan en cuchichear lo bien que está sonando la versión de Pantera. Entiendo que si te gustan los Smashing Pumpkings, KISS pueda resultar algo menos que exótico pero si Dimebag levantase la cabeza tocaría "Walk" para todos esos merluzos incapaces de distinguir "Black Diamond" de cualquier tema cantado por Anselmo.
Aunque suenan contundentes, Billy sabe que una versión de KISS desconcierta y hace despegar el concierto con "Zero", "Bullet With Butterfly Wings" y "Today". Todo un acierto tirar de nostalgia porque a esas alturas de concierto (los primeros veinte minutos) la gran mayoría del público está entregado y con ganas de más. La rareza de "Starla", la sólida "The Beginning Is the End Is the Beginning" y las innecesarias "Quasar" y "Panopticon", Billy vuelve a ser consciente del bajón y tocan "Tonight, Tonight" y "Ava Adore", la frenética "The Everlasting Gaze" y la absurda "Oceania"... No es malo tirar de los clásicos cuando uno siente que el público se ha desengachado, claro que no, y nos emocionan con "1979" y "Cherub Rock", la sorpresa llega con "Muzzle" y una versión intensa y efectista de "Disarm" (que según un chaval que tengo a mi lado es la mejor versión que ha escuchado en su vida pero, claro, le pregunto y es la primera vez que ve al grupo, algo no cuadra).
Para puro dislate del personal, interpretan un espacial "Space Oddity" de David Bowie que nadie parece reconocer, ponen la guinda con "X.Y.U." y vuelven al "Black Diamond" de KISS para despedirse. Desde luego, no se puede decir que no hayan sonado bien pero las nuevas canciones palidecen frente a los clásicos y la escasa reacción del público es aún más evidente cuando éste se desata con temas como "Zero" o "Disarm".
A la salida, Billy se entretiene charlando con un grupo reducido de fans (probablemente diez o quince, poca gente), es divertido verle atendiendo las preguntas con pose lánguida y afectada mientras bebe, pone cara de espanto cuando alguien le pide la vulgaridad de una foto o un autógrafo y prefiere responder las preguntas de unos pocos. Afirma pasarlo bien pero no querer acabar sus días tocando, se ve componiendo y grabando pero no haciendo giras interminables. Sale al paso con arrogancia cuando le preguntan qué le parece que muchos no hayan reconocido la versión de Bowie y afirma estar por encima de ello porque él quiere que pasemos un buen rato independientemente de si conocemos o no las canciones. ¿Pero qué hay de que venga a presentar en directo temas aún no publicados? Se alarma ligeramente cuando le dicen que ya los hemos escuchado, hay que aclararle que gracias a You Tube, nada de descargas, y vuelve a insistir en que no importa conocer las canciones, sólo que la gente las disfrute y pone el ejemplo de Nirvana; la primera vez que vio a Cobain en directo fue 1989, todavía no habían grabado muchos de sus éxitos pero la intensidad, la calidad y la pegada estaban ahí.
Siento decirte, Billy, que después de lo que hemos escuchado hoy, "Oceania" nunca tendrá la fuerza de "Nevermind" (1991), las nuevas canciones no aguantan el tipo frente a las clásicas y en directo aburren más que entretienen, una pena porque mi sexto concierto de tu grupo, es la última vez que te veré. Te lo advertí.
© 2012 Fukk Fairlane