¿Cuándo, Marilyn Manson, terminó por convertirse en el payaso que es ahora? Para alguien como yo, que se compró en su día "Smells Like Children" (1995) y luchó y fue agasajado con todo tipo de fluidos en las primeras filas de una gira tan salvaje y destructiva como la del "Antichrist Superstar" (1996) fue, sin duda, después de ésta cuando Manson mostró los primeros síntomas de su desgaste creativo con aquel "Mechanical Animals" (1998) que tenía alguna buena canción residual de su anterior proyecto y se internaba dramáticamente en el mainstream más comercial y facilón del momento y es que, después de todo y por mucho que les duela a los pocos seguidores que le queden, su brillante carrera tan sólo aguantó dos discos de estudio. La verdad es que no nos mintió en ningún momento y, como cantaba en aquella genialidad llamada "Lunchbox"; "I wanna grow up. I wanna be a big rock and roll star" lo que pasa es que, a mediados de los noventa, cuando Manson iba contracorriente provocando la arcada con una imagen basada en el "feísmo" más radical y disparando contra todo aquello que se moviese, costaba creer que realmente quisiera convertirse en una estrella del rock y, si aquello ocurría (que parecía imposible), dinamitaría la industria desde dentro con toda aquella inteligencia y subversividad que nosotros, adolescentes como éramos, le presuponíamos. Pero no, Manson no era tan listo y quería su trocito del pastel como todos. Quería dinero y fama (sin importar el orden) y toda su munición se limitaba a dos grandes discos y una relación parasitaria con Trent Reznor que, una vez abandonó los controles, dejó el cohete de la carrera de Manson con la fuerza de la inercia del terremoto que supuso "Antichrist Superstar" pero sin dirección ni rumbo.
Pero, si "Mechanical Animals" era flojo, "Holy Wood (In the Shadow of the Valley of Death)" (2000) era oportunista hasta la saciedad y "The Golden Age of Grotesque" (2003) era una aberración que marcaba claramente la espiral creativa descendente en la que Manson se veía envuelto (por suerte o por desgracia pude conocerle en aquella gira y puedo dar fe de lo perdido de su planteamiento tanto en la rueda de prensa como en el escenario, en el cual lo único que merecía la pena eran las bailarinas que coreaban el estribillo pregrabado del plagio que es "mOBSCENE") pero podía ser peor, mucho peor, y llegó a las más altas cotas de mediocridad con "Eat Me, Drink Me" (2007) y esa estúpida mezcla de goticismo con referencias a Lewis Carroll y su absurda llantina por el desengaño con Dita Von Teese por no mencionar "The High End of Low" del 2009, un disco que fuera del llamativo single "Arma-Goddamn-Motherfuckin-Geddon" no aguantaba el tipo ni como posavasos. Lo que ocurrió en aquella gira fue todo un aviso para Manson; baja venta de entradas, malas críticas y abucheos por parte de un público que, para colmo, no tenía la suficiente paciencia como para aguantar los desplantes y caprichosos retrasos de un divo en decadencia como Warner.
Y la verdad es que tiene valor porque volver después de aquel descalabro y con una carrera agonizante es echarle arrestos. Sin el sufrido Ginger Fish y con Chris Vrenna fuera, con el oportunista Twiggy Ramirez integrado de nuevo y formando tándem creativo con Manson como si de unos Lennon/McCartney o Jagger/Richards pero sin talento alguno se tratasen, declaraban sin rubor alguno que este disco sería "Death Metal suicida" o su disco más crudo y punk. ¿Saben estos tipos lo que están diciendo? ¿Es posible parecer más perdidos y/o subnormales?
"Born Villain", publicado bajo el sello Cooking Vinyl, fue escrito durante la gira "The High End Of Low Tour" (mala señal) y ha generado más expectación de la que debiera. Imagino que millones de buitres ansiosos de ver cómo Manson vuelve a hacer el más espantoso de los ridículos o fanáticos sin cerebro espoleados por las declaraciones de Ramirez (el cual jura y perjura que es el mejor disco del grupo y es que, posiblemente y debido a las drogas, el pobre no es capaz de recordar nada anterior a 1996, debe ser eso...). "Hey, Cruel World..." es una canción mala, sin miedo; muy mala, con una introducción horrible y "No Reflection" es un refrito de sus mejores tiempos, sin fuerza y sin ganas (marca de la casa en la última década), tirando de tópicos y con un sonido suave y "light", muy alejado de la peligrosidad que "El Reverendo" debería irradiar (Si Lavey levantase la cabeza....). El videoclip es interesante sin llegar a despertar el desconcierto que producían las imágenes de "Sweet Dreams" o "Get Your Gunn".
"Pistol Whipped" es una porquería como "Overneath The Path of Misery" que se aprovecha de la polémica de su videoclip (en el cual vemos a Manson ejerciendo de "ginecólogo" desplegando todo tipo de imágenes supuestamente perturbadoras que, a estas alturas de siglo a nadie que haya escuchado a Manson le van a escandalizar y para el resto del público ni siquiera van a existir gracias a la innecesaria censura). "Slo-Mo-Tion" suena interesante con ese bajo y suena a sus primeros discos pero, como composición, es horrible y sin gancho, demasiado lenta y sin "feeling".
"The Gardener", "The Flowers Of Evil" y la electrónica "Children Of Cain" arrancan bostezos mientras que en "Disengaged" se quedó sin ideas. La saturada guitarra que abre "Lay Down Your Goddamn Arms" se ve empequeñecida por el lentísimo ritmo de la canción. Emociona suavemente en "Murderers Are Getting Prettier Every Day" (la única canción del álbum que merece la pena), un tema en esa línea que nunca debería haber abandonado y que imagino le costará mantener en directo pero en "Born Villain" y "Breaking the Same Old Ground" nos termina por hundir en el hastío hasta que llega "You're So Vain" con Johnny Depp para evidenciar el gran problema de este disco; faltan buenas ideas, buenas canciones, Manson necesita buenas composiciones en las que desplegar todo su encanto como vendedor, publicista o creativo y hasta que no las tenga no volverá a sacar un disco digno.
En Blogofenia tenemos una máxima; no escribimos ni opinamos de un disco si no lo hemos escuchado hasta la saciedad pero sed benévolos por esta vez y no nos hagáis escuchar muchas más veces este "Born Villain". Hay tantos buenos discos ahí fuera que da lástima perder el tiempo con semejante engendro.
© 2012 Fukk Fairlane