Hay países, destinos, que tienen una conexión especial con cada uno de nosotros e Irlanda es el mío. Casi toda mi adolescencia está ligada al país esmeralda de una manera u otra. Pronto descubrí que casi todos los artistas que admiraba procedían de allí; que no todo era misterio celta sino también una ciudad adoquinada con la historia de Leopold Bloom y Stephen Dedalus, Sibyl Vane y el retratado más famoso de la historia, Wilde, los poemas de Yeats o el mito de Shawn, la absurda espera de aquellos que esperan a Godot, la Stratocaster más maltratada del blues a manos de Rory, Phil cantando "Old Town" o Paul Hewson despidiéndose de todos en Point Depot. Irlanda tiene una conexión muy especial con España, de eso no hay duda, basta ir allí para entender que poca diferencia hay entre el carácter español y nuestros hermanos irlandeses.
Pero si hay un grupo que sintetice perfectamente el espíritu, la cultura irlandesa con el rock, es The Pogues. Aquellos que mezclaron son sabiduría el punk con sus raíces y salieron victoriosos, aquellos que cuando todavía se suben a un escenario son capaces de hacer que todo acabe en una fiesta y el público baile sin importar en que festival toquen. The Pogues gusta tanto a poperos y rockeros, como heavies o punkies. Sus conciertos son apabullantes. ¿Cómo es posible?
Con ocho miembros y después de haber publicado el redondo "Rum, Sodomy, and the Lash" (1985) y haber reventado las listas con "Fairytale of New York", The Pogues acompañados del mítico Steve Lillywhite grabaron este "If I Should Fall From Grace With God" (1988) que arranca precisamente con la homónima composición del mellado Shane MacGowan, un torbellino celta mezclado sabiamente con The Clash, todo un single para abrir un disco. "Turkish Song of the Damned" inunda nuestros oídos con toda la imaginería arábiga posible mientras "Bottle Of Smoke" corre como un auténtico caballo de carreras ganador de la mano de MacGowan. Es en estos momentos cuando uno se encuentra bebiendo una Guinness imaginaría y zapateando el suelo, maldiciendo a los ingleses y fumando en pipa. ¡Te has convertido en todo un Pogue!
Pero no te relajes porque "Metropolis" te lo hará imposible, mejor abandónate al ritmo y salta, salta todo lo que puedas. The Pogues son, a menudo, definidos como el primer grupo "Punk-Celta" de la historia pero lo que poca gente sabe es que también saben hacer rock como el que más y lo demuestran en la dramática "Thousands Are Sailing" de Chevron en donde narran la dureza de la inmigración irlandesa con un estribillo mágico como pocos. "South Australia" es sencilla pero suena a pub irlandés por todos sus poros; "Haul away your rolling king, heave away, haul away!" A estas alturas del álbum no hay quien pueda, el agotamiento nos domina e incluso The Pogues deberían descansar después del ritmo que han mantenido pero era 1988 y The Pogues tenían mucho que ofrecer y así lo hacían.
La canción más simpática de todo su repertorio, aunque parezca imposible, "Fiesta" es, valga la redundancia, toda una fiesta y ahí me tienen a mí, todo un rockero, disfrutando de una letra tan imposible como ésta que reza; "we have the song of the Chochona, we have brandy and half corona... we must say adios! until we see Almería once again!!!" Increíble pero cierto, The Pogues nos hacían reírnos de nuestra propia fiesta y verla desde su perspectiva. Una canción con la que siempre han alcanzado el clímax cada vez que nos han visitado. La más simpática. El "medley" tradicional con "The Recruiting Sergeant/The Rocky Road to Dublin/The Galway Races", siendo mi favorita "The Rocky Road To Dublin" rasga el disco en dos después de la ligera "Fiesta".
Llega el reposo en "Streets of Sorrow/Birmingham Six" en honor de todos aquellos caídos y continuamos con la balada "Lullaby Of London" para poder recuperar el resuello después de nueve canciones con tanto ritmo. "Lullaby Of London" es una preciosidad llena de sentimiento, la clara demostración de que The Pogues pueden ser punk, sí, pero también lo suficientemente versátiles como para tocarte el corazón como ningún otro grupo.
La irlandesa "The Battle March Medley" es capaz de levantar a Finnegan mientras que "Sit Down by the Fire" vuelve a hacer que brindemos con Guinness y volvamos a zapatear el suelo de madera. "The Broad Majestic Shannon" despliega su encanto de la cazallera y bronca voz de Shane para dejarnos con ganas de más tras la tradicional "Worms".
The Pogues siempre serán The Pogues, un grupo único con un cantante tan irrepetible como Shane MacGowan. Pop, rock, punk y música tradicional irlandesa para disfrutar o ir de fiesta. Con "If I Should Fall From Grace With God" lograron lo imposible y, desde entonces, The Pogues se convirtieron en leyenda, todo esto ocurría en 1988...
Pero si hay un grupo que sintetice perfectamente el espíritu, la cultura irlandesa con el rock, es The Pogues. Aquellos que mezclaron son sabiduría el punk con sus raíces y salieron victoriosos, aquellos que cuando todavía se suben a un escenario son capaces de hacer que todo acabe en una fiesta y el público baile sin importar en que festival toquen. The Pogues gusta tanto a poperos y rockeros, como heavies o punkies. Sus conciertos son apabullantes. ¿Cómo es posible?
Con ocho miembros y después de haber publicado el redondo "Rum, Sodomy, and the Lash" (1985) y haber reventado las listas con "Fairytale of New York", The Pogues acompañados del mítico Steve Lillywhite grabaron este "If I Should Fall From Grace With God" (1988) que arranca precisamente con la homónima composición del mellado Shane MacGowan, un torbellino celta mezclado sabiamente con The Clash, todo un single para abrir un disco. "Turkish Song of the Damned" inunda nuestros oídos con toda la imaginería arábiga posible mientras "Bottle Of Smoke" corre como un auténtico caballo de carreras ganador de la mano de MacGowan. Es en estos momentos cuando uno se encuentra bebiendo una Guinness imaginaría y zapateando el suelo, maldiciendo a los ingleses y fumando en pipa. ¡Te has convertido en todo un Pogue!
Pero no te relajes porque "Metropolis" te lo hará imposible, mejor abandónate al ritmo y salta, salta todo lo que puedas. The Pogues son, a menudo, definidos como el primer grupo "Punk-Celta" de la historia pero lo que poca gente sabe es que también saben hacer rock como el que más y lo demuestran en la dramática "Thousands Are Sailing" de Chevron en donde narran la dureza de la inmigración irlandesa con un estribillo mágico como pocos. "South Australia" es sencilla pero suena a pub irlandés por todos sus poros; "Haul away your rolling king, heave away, haul away!" A estas alturas del álbum no hay quien pueda, el agotamiento nos domina e incluso The Pogues deberían descansar después del ritmo que han mantenido pero era 1988 y The Pogues tenían mucho que ofrecer y así lo hacían.
La canción más simpática de todo su repertorio, aunque parezca imposible, "Fiesta" es, valga la redundancia, toda una fiesta y ahí me tienen a mí, todo un rockero, disfrutando de una letra tan imposible como ésta que reza; "we have the song of the Chochona, we have brandy and half corona... we must say adios! until we see Almería once again!!!" Increíble pero cierto, The Pogues nos hacían reírnos de nuestra propia fiesta y verla desde su perspectiva. Una canción con la que siempre han alcanzado el clímax cada vez que nos han visitado. La más simpática. El "medley" tradicional con "The Recruiting Sergeant/The Rocky Road to Dublin/The Galway Races", siendo mi favorita "The Rocky Road To Dublin" rasga el disco en dos después de la ligera "Fiesta".
Llega el reposo en "Streets of Sorrow/Birmingham Six" en honor de todos aquellos caídos y continuamos con la balada "Lullaby Of London" para poder recuperar el resuello después de nueve canciones con tanto ritmo. "Lullaby Of London" es una preciosidad llena de sentimiento, la clara demostración de que The Pogues pueden ser punk, sí, pero también lo suficientemente versátiles como para tocarte el corazón como ningún otro grupo.
La irlandesa "The Battle March Medley" es capaz de levantar a Finnegan mientras que "Sit Down by the Fire" vuelve a hacer que brindemos con Guinness y volvamos a zapatear el suelo de madera. "The Broad Majestic Shannon" despliega su encanto de la cazallera y bronca voz de Shane para dejarnos con ganas de más tras la tradicional "Worms".
The Pogues siempre serán The Pogues, un grupo único con un cantante tan irrepetible como Shane MacGowan. Pop, rock, punk y música tradicional irlandesa para disfrutar o ir de fiesta. Con "If I Should Fall From Grace With God" lograron lo imposible y, desde entonces, The Pogues se convirtieron en leyenda, todo esto ocurría en 1988...
© 2012 Cherry García