Una vez había arruinado su contrato con la discográfica Epic debido a las pobres ventas y exageradas críticas que "Earthquake Weather" había recibido, Joe Strummer decidió formar un nuevo grupo con el que poder trasladar al estudio todo lo que tenía en la cabeza. No es que el grupo The Latino Rockabilly War (con los que había grabado su primer álbum) y las guitarras de Zander Schloss o la batería de Jack Irons no funcionasen sino que Joe buscaba algo más, algo diferente, quizá no sabía muy bien lo que estaba buscando pero parecía tener claro que "Earthquake Weather" no era todo lo que podía ofrecer y fundó "The Mescaleros", el grupo que le acompañó hasta los últimos días de su vida. La verdad es que más que un grupo, lo que él necesitaba era otro "amigo musical", otra cabeza en el grupo a modo de Mick Jones, con el que poder tocar y sacar a la luz toda la música que le rondaba y ahí es donde entra Antony Genn. Y es que este "Rock Art & The X-Ray Style" continúa la senda de "Earthquake Weather" y exagera la veta reggae-caribeña con la que nos sorprendió a todos en su anterior trabajo pero, a diferencia de aquel, sí posee una mayor unidad de carácter y, por qué no decirlo; mejores canciones (aunque no tenga el sabor mítico que "Earthquake Weather" ha conseguido al cabo de los años).
Quizá, lo más importante (al margen de esa unidad) es la duración; diez canciones (para mí, el minutaje perfecto de un disco) estupendas y magníficas en sus arreglos. ¿Quién demonios es Tony Adams? ¿Un político, un activista? A un profano del fútbol como yo le costó entender que un tema tan genial como éste estuviese dedicado a un futbolista del Arsenal; "Has anybody seen the morning sun?" reza el estribillo que se repite una y otra vez bajo unos arreglos a medio hilvanar entre el reggae, una guitarra funk y una percusión que a veces rozan lo épico. ¡Strummer ha vuelto a hacerlo, un gran tema para abrir su nuevo disco!
Demostrando que el sendero por el que transcurría "Earthquake Weather" no era una casualidad... "Sandpaper Blues" es la más pegadiza del conjunto, de Jamaica a los ritmos africanos. No es de extrañar que a mucha gente le extrañase la carrera de Joe Strummer; un rockero que habitaba squats termina componiendo y cantando en la banda más grande del punk que acaba haciendo una mezcla a medio cocer entre world music, nueva ola, rock, dance, punk y llenando los estadios de medio mundo como si se tratasen de los nuevos Rolling Stones para acabar su líder expulsando a sus propios colegas y terminar en solitario haciendo bandas sonoras y grabando álbumes con influencias más cercanas a Cabo Verde o Jamaica que al inmediato rock sucio londinense con el que se había dado a conocer.
¿Pero cómo resistirse a una canción tan aparentemente ligera y de aire despreocupado como "X-Ray Style"? Es verdad que "Earthquake Weather" había afinado poco a la hora de acertar en el blanco pero este "Rock Art & The X-Ray Style" hacía encontrar a Joe su lugar.
Mucha gente se lleva las manos a la cabeza cuando menciono a Strummer y la palabra dance en la misma frase pero no, no estoy loco. Su enorme amplitud de miras y "vagabundeo musical" le llevó a intentar entender la música techno desde las mismas entrañas de una rave para darse cuenta de que no hay demasiada diferencia entre la música electrónica y la más tribal. Sería imposible que Strummer se hubiese volcado en la música electrónica pero sí aprendió la lección y supo volcar todo su ritmo en canciones como "Techno D-Day" cuya curiosa forma de entender el género interpretado por un grupo tan orgánico como The Mescaleros hacen que el disco sea especiado con los sabores más dispares, de África a Glastonbury.
En "The Road To Rock 'N' Roll" descubrimos cómo de adictiva puede ser la voz de Strummer, de nuevo un ritmo latino para la base de la guitarra acústica y su voz, no hace falta más que eso, como en "Nitcomb" en donde el resto de The Mescaleros se va uniendo poco a poco para terminar en una canción folk con aires ensoñadores.
Un medio tiempo en "Diggin' The New", lo más cercano al rock que puede estar este disco, como "Forbidden City" en donde la percusión, el bajo y la guitarra se llevan el gato al agua pero, de nuevo, con aires calmados. Hasta llegar a "Yalla Yalla", ¿qué hace especial a una canción así? Todo. Increíble, diferente, nueva en sus sonoridades, a estas alturas del disco uno se da cuenta de que Joe lo ha logrado; no sólo ha recuperado la pasión por hacer música sino que ha encontrado su propio camino y vuelve a emocionarnos, muy lejos del punk o del rock más directo, atrapándonos en canciones que beben de géneros tan distantes y lejanos a nuestra cultura que hubiese sido imposible llegar a encontrarse tarareándolos de no ser por él. "Yalla Yalla" es perfecta.
Una base programada, un arpa, "Willesden To Cricklewood", un teclado, coros y arreglos "acuosos" para decirnos adiós, un "hasta luego" porque después de "Rock Art & The X-Ray Style" uno ya sabía que habría otro disco y vaya si lo hubo...
© 2012 Jim Tonic