Ya tenía ganas de volver a escuchar al bueno de Randy vociferar y gritar como sólo él sabe hacerlo, pocos son los que pueden competir con esta máquina de hacer rock pesado, lo normal es que si alguien quiere ponerse a su altura sea barrido de un solo alarido. Ya ha pasado mucho tiempo, concretamente dos añitos largos, desde su última edición, aquel "Warth", que si bien es cierto no podía competir con clásicos de la talla de "Sacrement" o "Ashes Of The Wake", tampoco tenemos que ponernos trágicos ya que no creo que suponga para nada un punto negro en la carrera de los de Richmond. He de reconcerr que me he quedado con ganas de volver a verles en directo, máxime después de lo que disfruté con ellos las dos noches en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid, cuando acompañaron a Metallica y a Mastodon en parte de la gira europea que presentaba el último disco de los de San Francisco. Ojala no tarden mucho en volver por aquí y podamos volver a disfrutar de una banda currante como pocas, con una fuerza sobrenatural y que considero que poco a poco están haciéndose un hueco en el laborioso y complicado mundo del metal.
Para este "Resolution" repiten productor con respecto a su trabajo anterior, Josh Wilbur es el encargado de retomar las riendas y exprimir a una de las mejores bandas de Groove Metal del momento. Sin comerlo ni beberlo "Desolation" te devuelve a su época más experimental donde temas como "Walk With Me In Hell" o "Redneck" acechan tu cabeza al contrario de lo que ocurre con la genial "Ghost Walking" donde su comienzo acústico carente de cualquier distorsión nos puede conducir a engaño; pero nada más lejos de la realidad el tema poco a poco se va adentrando en territorios mucho más hostiles y tenebrosos, con bases rítmicas capaces de apisonar tu cerebro y con un Mark Morton que se convierte en dueño y señor de las seis cuerdas cuando se trata de hacer "solos" como el que aquí nos brinda.
¿Qué queréis caos? Pues como no, también nos sirven una bandeja de dicho manjar en temas como "Guilty" o "The Number Six", donde la voz de Randy es lo más parecido a la de un pirado mientras que el mayor de los hermanos Adler no quiere quedarse atrás en esta lucha de titanes ofreciéndonos unas pegadas dignas de quién es uno de los mejores baterías del momento. La verdad que los cinco miembros que forman el grupo son magníficos, a ninguno se le puede poner un pero bien sean un polvorín como Morton y Blythe bien tenga el calificativo de tranquilo o afable como es el bueno de Campbell.
Con "Invictus" y "Cheated" nos remontan a sonidos de su predecesor "Warth" con un toque a Pantera, acercándose a esa elitista simbiosis, que los hermanos Abbott siempre lograron ensamblar de forma magnífica, entre el Thrash más acérrimo y los nuevos sonidos que contagiaban al mundo del metal en los primeros 90. Aunque para lujo el tema que viene a continuación, sin duda el mejor, "Insurrection" se convierte en toda una lección musical con una melodía impropia de los de Virginia con un Morton
que vuelve a adornarse y se desata completamente mostrándonos la precisa labor que sus dedos son capaces de realizar deslizándose por los últimos trastes del mástil de su guitarra. Es aquí donde observamos mejor que en ninguna otra canción lo que significó para la banda el sonido de su quinto disco, aquel "Sacrament" que recibió premios y reconocimientos innumerables además de unas más que considerables ventas de ejemplares. Una joyita que vale su peso en oro y que seguramente (espero que así sea) no faltará en sus futuros directos
No os dejéis por el camino "To The End", haciendo un guiño a su "Laid To Rest", qué recuerdos más buenos tengo de la banda de aquellos años, en los que la calidad de estos chicos ya era más que palpable, no eran una promesa de un día ni de dos, eran una realidad y venían con una fuerza inusitada que ya quisieran para sí muchas de las jóvenes bandas actuales del denominado Metalcore. Muchas de ellas llenas de cantantes adolescentes berreando sin ton ni son alguno, y lo que es aún peor sin ningún tipo de criterio musical...vamos lo mismito que la mala bestia de Randy.
Y para sorpresa mayúscula "King Me", con una apuesta que en principio podría parecer un tanto arriesgada dejando ver una canción con una instrumentación mucho más melódica a la que nos tienen acostumbrados, donde incluso utilizan corales femeninas para dotar al tema de un ambiente delicioso y distintivo. Un tema orquestal (puede sonar raro para los Lamb) que da un paso al frente y se presenta como perfecto para poner el broche de oro a su nuevo vástago.
Si el año 2011 fue fructífero en cuanto a buenos y potentes lanzamientos para este 2012 no podemos ser más optimistas tal y como se presentan los primeros días del nuevo año. "Resolution" empieza poniendo el listón muy alto.
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