Me gustaría cerrar este mini-ciclo que hemos dedicado en Blogofenia estos últimos días al Power-Metal, que dicho sea de paso marcó de forma irremediable un antes y un después en el controvertido mundo del metal, con un auténtico clásico. Los que seguís la página con asiduidad sabréis que primero recordamos el debut de Gamma Ray, posteriormente quisimos elogiar la grandeza del primero de Helloween; le hicimos mimos y cariños al tercero de Blind Guardian y para finalizar, que mejor que hacerlo con otro "as" (en este caso en la manga) para así poder disfrutar de un auténtico póker y llevarnos la recompensa.
Posiblemente no podamos entablar discusión alguna en afirmaciones que encasillaban hace unos añitos a Tobias Sammet como uno de los grandes percusores del power, inyectando de aire fresco y vital al apagado heavy de corte clásico de mediados y finales de los 90. Pero del mismo modo podemos aseverar que hoy en día poco o nada queda de aquel músico y de su registro de actuación; hoy ya no hace la misma música que antes, ni tan siquiera parecida (eso es indiscutible).
Sé que habrá personas que hablaran de la típica y clásica evolución musical, que hay que innovar e introducir nuevos matices y elementos musicales, que hay que hacer no sé que más...pero soy de los que pienso que evolucionar no tiene que ser igual a darle a tu música un aspecto diferente y menos un giro de 180º, que no hace falta llegar a ese extremo para considerar que alguien ha progresado. Y sumémosle a todo ello que no podemos negar que a Tobias le ha sonreído la suerte y le ha venido de cara, ya que siempre contó con grandes padrinos y colaboradores en sus discos, más llanamente con Edguy pero de forma palpable y notoria con Avantasia; sólo tenéis que coger el libreto que acompaña a dichos trabajos para ver la ristra de nombres y grandes elencos musicales que le acompañaron en sus "óperas" (por cierto salvable la primera de ellas y como mucho la segunda...las posteriores se las podría haber ahorrado, nos hubiera hecho un favor considerable).
Sé que habrá personas que hablaran de la típica y clásica evolución musical, que hay que innovar e introducir nuevos matices y elementos musicales, que hay que hacer no sé que más...pero soy de los que pienso que evolucionar no tiene que ser igual a darle a tu música un aspecto diferente y menos un giro de 180º, que no hace falta llegar a ese extremo para considerar que alguien ha progresado. Y sumémosle a todo ello que no podemos negar que a Tobias le ha sonreído la suerte y le ha venido de cara, ya que siempre contó con grandes padrinos y colaboradores en sus discos, más llanamente con Edguy pero de forma palpable y notoria con Avantasia; sólo tenéis que coger el libreto que acompaña a dichos trabajos para ver la ristra de nombres y grandes elencos musicales que le acompañaron en sus "óperas" (por cierto salvable la primera de ellas y como mucho la segunda...las posteriores se las podría haber ahorrado, nos hubiera hecho un favor considerable).
Alguno pensaréis que le tengo manía al "pobre" Sammet, que siempre hablo mal de él, que nunca tengo buenas palabras hacia su persona, pero ni mucho menos y nada más lejos de la realidad, de hecho conservo con cariño muchos de sus trabajos y conozco ampliamente su discografía (la buena y la mala). Además para corroborar esta anterior afirmación simplemente tenéis que echarle un vistazo al número de estrellas de este disco...Esto sí era Edguy.
Con una intro muy operística y compacta arranca "Until We Rise Again" como un azote de furia y dignidad musical, donde la voz del "amigo" suena perfecta, con esas reverberaciones tan características y emblemáticas. Y como olvidar la lucidez en los "solos" de Jens, que impregnaban al corte un aire melodramático y ancestral. Con "How Many Miles" suben el listón todavía más, una canción perfecta, sin un abuso ensordecedor del doble bombo, con un interludio fascinante precedido del trabajo que hacen los dos guitarristas con sus cuerdas; parece que las guitarras cobran vida y hablan por si solas. Una auténtica maravilla que en directo siempre les quedaba sobresaliente.
Nos relajan unos minutos con la deliciosa y minuciosa "Scarlet Rose", donde observamos que las cuerdas de Sammet no traicionan, que lo están dando todo, que se sienten fuertes y seguras y a años luz de lo que reflejan en la actualidad, que se muestran mucho más endebles e inestables. Turno ahora para la canción que cerró durante mucho tiempo sus conciertos, "Out Of Control" cuenta con la colaboración, nada más y nada menos, de Hansi Kursch de Blind Guardian, que aparece tanto en el estribillo como en su último "puente" del tema; donde si bien es verdad dobla en fuerza y fiereza a la de Sammet, éste último no se achica, coge el toro por los cuernos y da una auténtica lección de cómo se debe cantar una canción visceral y agotadora, máxime cuando tienes como "competidor" al gran Hansi.
Llega la joya de la corona, la canción que da título al álbum es fabulosa, con un aire épico y fantasioso como pocas de las firmadas por el grupo. Los teclados iniciales de "Vain Glory Opera" ya te atrapan de mano en su telaraña melodiosa y dulzona, no permitiéndonte pasar por alto ni un sólo segundo de canción. Para este caso cuentan también con otro colaborador de lujo, que hace las veces productor del disco y colaborador en este tema, hablamos del guitarrista Timo Tolkki, por aquel entonces guitarrista de la banda finesa Stratovarius y que posteriormente también participaría en sus Avantasia. "Farytale" es irreverente, se puede decir que es la clásica canción de Power, en este caso sí que tiran del doble bombo durante todo el tema y con un estribillo pegadizo y soberbio a partes iguales. Tengo que confesar que fue al escuchar esta canción, en una viejo programa de radio, cuando me hice seguidor de la banda, de aquel grupo sencillo, que sin grandes sofisticaciones ni complejidades hacían una música que me enganchaba con la que disfrutaba de verdad.
"Walk On Fighting" se convierte con su riff grave y potente en un auténtico tiro de gracia, mientras que "Tomorrow", con su tono baladístico resulta excesivamente melosa y pegajosa. Por suerte la mala uva vuelve con "No More Foolin´", que resumen perfectamente el disco ante el que nos encontramos, convirtiéndose en un compendio de todas las canciones anteriores, convirtiéndose en otro auténtico clásico. Destacar que el disco finaliza con una gran versión del "Hymn" de Ultravox. Una fantástica canción en su versión original, que si posiblemente esta "cover" no mejora, les queda de auténtico lujo, sin lugar a dudas un regalo que llevarse a los oídos.
Como podéis ver con "Vain Glory Opera" disfrutamos de los verdaderos Edguy, con un power heredado de las bandas clásicas del género de finales de los 80, de las que muchos músicos de las mismas ejercieron de profesores del polémico Sammet, y en las que en sus primeros discos supo aplicar de manera más que digna sus enseñanzas pero con el paso de los años aquel "Out Of Control" que cerraba sus directos se convierte en el actual "King Of Fools". Cada uno que saque sus propias conclusiones.
© 2011 Lord Of Metal
