Dave Mustaine debe estar riéndose de lo lindo de sus antiguos compañeros; James Hetfield y Lars Ulrich, porque siempre se lo ponen en bandeja al pelirrojo más carismático del metal. Está claro quién es Mustaine y a estas alturas no le debe nada a nadie excepto a su trabajo y genialidad con las seis cuerdas pero debería tener más cuidado y aprovechar las oportunidades que los Metallica más agotados y faltos de ideas le proporcionan. Los últimos discos de Megadeth han sido una constante montaña rusa en cuanto a calidad se refiere, con grandes temas y otros muchos sobrantes e indignos de un grupo de su categoría pero, aún así, son álbumes que aguantan mejor los envites de la crítica y los fans más conservadores que las mediocridades que los de San Francisco han creado en los últimos años (a excepción del previsible pero contundente "Death Magnetic", 2008, que deja un gran sabor de boca). Y digo esto porque, tal y como hablaba con un amiguete en torno a unas cervezas; Megadeth dan la sensación de grupo agotado, cansado y desganado. Me gusta la actual formación y disfruto de sus actuaciones, reconozco grandes momentos en "Endgame" (2009), "United Abominations" (2007) y los infravalorados "The System Has Failed" (2004) y "The World Needs A Hero" (2001) pero esto quizá se deba a mi plenamente subjetiva visión como seguidor del grupo lo que no impide que no me percate cuando el bueno de Mustaine nos pretende dar gato por liebre. Amo a Megadeth pero no estoy sordo.
Dave se quejaba amargamente (porque es un poco quejica, todo hay que decirlo) acerca del poco apoyo que habían recibido por parte de Roadrunner Records en la promoción y la verdad es que es cierto que, excepto por el gran trabajo que el grupo realiza entre sus fans, lo cierto es que "promoción" había poca y este "TH1RT3EN" apesta a caramelo envenenado para acabar con las obligaciones contractuales con su discográfica.
¿Suena mal? ¡Cómo va a hacerlo, hablamos de profesionales, de auténticos genios con años de experiencia sobre sus espaldas! Y, sobre todo, gente con recursos. "Empecé a tocar la guitarra a los trece años, nací un día trece y éste es nuestro decimotercer álbum. Apenas decidí llamar "TH1RT3EN" al álbum, percibí el número "trece" en todos lados... " aclaraba Mustaine. Resulta curioso en alguien que ha basado toda su carrera y vida en el esfuerzo y sacrificio que ahora peque de supersticioso y vea señales donde no las hay pero más curioso resulta pensar que la próxima gira del grupo se desarrollará durante el próximo año con lo que en el 2013 se verán liberados para hacer lo que les venga en gana si no vuelven a echarse a la carretera.
"Sudden Death" es un temazo compuesto para el dichoso videojuego de moda, no tiene mucho sentido en un grupo como Megadeth pero hay que reconocer que suena de vicio, afilado y potente, contundente, con un buen ritmo y pegadizo. Era más que obvio que lo incluirían. La sorpresa viene con "Public Enemy No. 1" que nos recuerda a algún que otro riff del "The System Has Failed" pero es un buen corte. ¡Claro que lo es! Una de las grandes sorpresas de esta nueva entrega de Megadeth, seamos benévolos. "Whose Life (Is It Anyways?)" es todo un puñetazo en la cara y engaña por momentos hasta que llegamos a "We The People" y la irritante manía que Mustaine ha adquirido últimamente; ¡Estoy harto de escuchar voces pregrabadas en sus canciones, no quiero escuchar más radios de policía, ni políticos, ni megáfonos, quiero rock! Pues así empieza "We The People", una canción mediocre y sonrojante como pocas en para Megadeth.
¿Qué ha pasado con los riffs en "Guns, Drugs, & Money"? Pues que no hay ninguno a la altura de su leyenda y, sin embargo, muchos efectos en la voz de Dave. Broderick está desaparecido y Drover golpea como si de una caja de ritmos se tratase. ¿Esto es lo que esperábamos después de la gira aniversario del "Rust In Peace", del retorno de Ellefson? ¡Qué vergüenza!
"Never Dead" ya es otra cosa y vuelve a subir la nota, rapida y directa al grano pero "New World Order"... ¡Pero si esta es del remaster del Youthanasia (1994)! Un tema sobrante que nos han colado en este disco todavía no sé muy bien con qué motivo. La guitarra de "Fast Lane" vuelve a ser impropia de un grupo de su empaque, más parecida a una sirena que a una Jackson. Pero el colmo llega con "Black Swan" de la era "United Abominations". ¿Estamos ante un nuevo disco o uno de rarezas?
"Wrecker" y "Millenium Of The Blind" suenan poderosas pero, tan pronto como entran por una oreja salen por la otra. A estas alturas ya no me pregunto qué le ha pasado al Mustaine de "Rust In Peace" sino al que reventaba los escenarios con un tema como "Headcrusher" que, sin ser una maravilla, te hacía mover el cuello como ningún otro de la última década. "Deadly Nightside" es vergonzosa pero la cosa mejora con "13" que, no siendo espectacular, sí cierra con cierta dignidad uno de los discos más esperados del año.
Podía haberse lucido ahora que Metallica se han vuelto a equivocar, podría haberse paseado como lo que es pero parece ser que disfruta en su papel de segundón cansado de todo. Mustaine debería replantearse su carrera, descansar un par de añitos, aparcar a Megadeth y componer como sólo él sabe para volver por todo lo grande. ¿Algo más que decir? Sí, claro que sí, que vuelva Repka en las portadas, por favor. ¿Acaso es mucho pedir?
© 2011 Seymour Glass