Blogozarro #7 "El último rockero"

La mayoría de las personas se sorprenden cuando les digo que Steve Jobs es Rock N' Roll.

Puede que, desde su estrechez de miras, muchos de ellos no entiendan demasiado a lo que me refiero pero la actitud con la que uno se enfrenta a la vida puede serlo todo y lo de menos es el aspecto, grabar discos o vestir de cuero.

Puede que, si él no hubiese existido, cualquier otro hubiese inventado el ratón que tienes ahora mismo entre tus manos, tu ordenador, teléfono y reproductor serían diferentes, quizá Pixar no sería lo que es actualmente o sí pero siempre diferente (nunca lo sabremos), quizá Bill Gates fuese administrativo en Hewlett-Packard y Wozniak se dedicase a diseñar complicados juegos de lógica o superordenadores para jugar a la ajedrez o las tres en raya pero no es así y Jobs vino al mundo en 1955 para bien de todos y mal de pocos.

No deja de resultarme curioso los sentimientos que provoca en la gente, cuando Apple se puso de moda en los ochenta se les veía como a unos universitarios frikis, inadaptados y simpaticones que construían ordenadores en el garaje de casa mientras Bill Gates (el demonio en persona) les robaba todas las ideas. Caían bien, era cool tener un Apple y los cuatro entendidos de turno ponderaban sus ventajas frente al imperio de Microsoft. Pero tener un Macintosh era un suplicio para el gran e ignorante público, los problemas eran los típicos que todavía algunos pocos  siguen argumentando; los Mac no sirven de nada si no te dedicas al diseño, no tienen Office con lo que no puedes trabajar con ellos, son caros y sólo unos pocos saben manejarlos porque cambian todas las teclas y son muy complicados.

Durante años hemos tenido que lidiar y explicar una y otra vez sus ventajas y sólo de un tiempo a esta parte y gracias a la explosión mediática, empresarial y financiera que supuso la vuelta de Jobs a la empresa en 1997 y los famosísimos gadgets se han puesto las cosas en su sitio. Pero aún así sigo sin comprender el odio y la envidia que genera Jobs a su paso, el por qué de sus miles de detractores y la enfermiza y reaccionaria visión que se da de los que, complejos aparte, disfrutamos de sus productos y simpatizamos con la filosofía funcional y estética de los productos de Steven Paul Jobs. Sirva de ejemplo los comentarios que la gente deja en Internet y cómo se frotan las manos llenando la red de especulaciones cada vez que, debido a su delicada salud, tiene que abandonar Apple.

¿Qué es lo primero que llama la atención de él? Puede que el personaje en el que ha sabido convertirse. Sorprenden sus lennonianas gafas retro (de tres piezas, sin montura, totalmente redondas, todo un clásico del siglo pasado) y es que Steve es un fanático de los Beatles, amante de ellos hasta tal punto de tomar el nombre de la empresa llamada "Apple" con la que John y Paul quisieron diversificar su talento (idea que, muchos años después, le costó más de un disgusto), gran admirador de Paul McCartney y devoto también de otro gigante como Bob Dylan. Su aspecto en las multitudinarias presentaciones de sus productos; barba de tres días, pelo muy corto, vaqueros, jersey negro  y zapatillas blancas que, lejos de convertirle en un esnob chancletero como Mark Zuckerberg (creador de Facebook) o un descorbatado seguidor de Supertramp como Bill Gates, es toda una declaración de principios; lo único que importa son los productos que presenta, no le miréis a él, mirad a la pantalla pero, claro, es imposible despegar los ojos de un tipo que se mueve con una soltura desbordante mientras medio mundo está escuchándole y la otra mitad duerme a la espera de que el nuevo Iphone salga a la venta. Si uno escarba un poquito más encontrará todo tipo de opiniones por parte de antiguos trabajadores suyos que le tachan de tirano egocéntrico y egoísta, de dictador caprichoso, pero, si uno se molesta aún más en descifrar el enigma Jobs y descubrir el por qué, encontrará a una persona compleja, con una obsesión por los detalles fuera de lo común y una visión prodigiosa del negocio.



Steve, hijo de Joanne Schieble y Abdulfattah Jandali fue dado en adopción a una joven pareja de abogados que, sin embargo, preferían una niña dejando la oportunidad de adoptar al humilde matrimonio de los Jobs; Paul y Clara, quienes prometieron a su madre biológica que el bebé algún día iría a la Universidad y sería hombre de provecho pero, muchos años después y cuando accedió a ella, Steve se aburriría y la dejó, prefería asistir a clases de caligrafía (sin las cuales tú, quizá no lo sepas, no podrías elegir qué tipo de fuente quieres en tu procesador de texto), malvivía del dinero que conseguía gracias al retorno de latas de refrescos de la conocida marca de Cola y cenaba en un comedor Hare-Krishna para gente con problemas económicos.  Jobs justifica la extraña decisión de la caligrafía frente a su carrera universitaria con su amada obsesión por los detalles, aquello era arte y todo se concentraba en aquellas extremadamente estilizadas formas que tomaban las letras con las que se rotulaba a mano, una pasión que luego explica el por qué es capaz de idear productos tan minimalistamente bellos como el Iphone o el Ipad o no dejar pasar detalle alguno del edificio en el que trabaja, lo ve todo y lo quiere a su gusto; desde las mesas, las sillas, el color de las paredes o cómo aparecen y se desvanecen las ventanas de sus ordenadores (el carismático "efecto aladino"). 

Únicamente con 90.000 dólares, Jobs y Wozniak fundan Apple en 1976, en un garaje nace el "Apple I", en el 77 "Apple II" y dos años más tarde son los multimillonarios más jóvenes del mundo. ¿El secreto? Llevar los ordenadores a la gente de a pie, eliminar el concepto de "herramienta de trabajo" y situarlo en la casa de millones de personas. ¿Sabes lo que esto significa? ¡Antes de Jobs los ordenadores no tenían sistema operativo tal y como lo conocemos hoy día! Pronto, la empresa  pasó a facturar quince y veinte veces la cifra  con la que descubrieron las mieles del éxito con el "Apple I".

Le llaman el Thomas Edison de nuestro siglo mientras sus trabajadores le temen y así se demostró cuando Jobs volvió a su empresa, aquella de la cual le despidieron tras diferencias irreconciliables con aquel al que él había elegido para ayudarle a llevar los mandos de Apple. Pero no se rindió, creo NeXT y aprovechó para dar rienda suelta a su creatividad, naciendo así Pixar y con estos estudios películas como Toy Story, redefiniendo el concepto de animación y del cine en general. NeXT fue adquirida por Apple siendo nombrado de nuevo consejero delegado ypor los pasillos de Cupertino había miedo, la gente temía a Jobs tanto como lo necesitaban; Microsoft dominaba el mercado y Apple tenía pérdidas, la responsabilidad de Jobs era tan grande que sólo pudo hacer una cosa, seguir adelante. ¿Cómo? Con la inclusión de gadgets. Llegaba el Ipod y si Apple había decidido que su software únicamente iría integrado en sus máquinas y esto le restó cuota de mercado frente a Gates, los gadgets tomarían la revancha años después. 

Por primera vez, podíamos llevar un disco en el bolsillo. ¿Uno sólo? ¡Miles de canciones! Podíamos llevar toda una discoteca en lo que abulta un paquete de tabaco. Escuchar la canción que encaja con nuestro estado de ánimo o encarar un mal Lunes con un sólo movimiento de pulgar.


Pero quizá la partida la ganó el día que presentó el Iphone, el teléfono más sencillo del universo, aquel que podría llegar a manejar tu abuela; un sólo botón, iconos y números enormes que flotan como por arte de magia en una pantalla táctil en la cual sólo necesitas tener dos dedos para hacer todo lo que te apetezca. La Santísima Trinidad; un Ipod, un teléfono y un ordenador portátil de bolsillo con el que navegar por Internet a una velocidad nunca antes soñada por ningún móvil y, por si esto fuera poco, serían las operadoras las que pagarían a Apple por tener su teléfono en catálogo, no al revés como venía siendo costumbre. Una auténtica revolución.



© 2011 J.Cano



N. del A. Este artículo, escrito durante un caluroso mes de Agosto, tenía prevista su publicación para el 14 de Octubre del 2011 siendo ésta adelantada debido a la dramática noticia de la desaparición de Jobs. Sirva éste como homenaje de aquel por el que esta web existe, el que nos hizo creer que todo es posible si uno siente la suficiente pasión por ello. GRACIAS.