El nuevo disco de Red Hot Chili Peppers es un puntapié, un directo a la mandíbula de todos aquellos que despotricaban sobre el grupo y le daban por muerto. Si prestamos atención a las opiniones vertidas por miles de internautas el declive del grupo comenzó tras "Mother's Milk" (1989). ¡Su cuarto disco! Algunos, sin embargo, sostienen la teoría de que fue "Californication" (1999) el toque de queda y que con "By The Way" (2002) abandonaron toda fe en ellos tras ahondar en las aguas del rock más comercial. Y por último, los más visionarios que creen ver en este "I'm With You" el auténtico final del grupo.
Pongamos las cosas en su sitio; "Mother's Milk" es un gran disco pero no es, ni mucho menos, el mejor de toda su discografía y no puedo creerme esta opinión de gente que estaba por debajo del umbral de los diez años (si no menos) cuando fue publicado. De los tres anteriores; "The Red Hot Chili Peppers" (1984), "Freaky Styley" (1985) y "The Uplift Mofo Party Plan" (1987) nos olvidamos porque siendo buenos discos, sonando todavía frescos y llenos de originalidad parecen haber sido olvidados por la gran mayoría e incluso por sus propios autores (que rescatan puntualmente algún que otro tema en directo a modo de guiño a sus fans más acérrimos).
A todos los que tachan a los Peppers de haberse vendido convendría también recordarles que éstos nunca han sido más comerciales que en su "Blood Sugar Sex Magik" (1991) que sí fue el auténtico punto de inflexión de su carrera. ¿Acaso no era todo un rompefórmulas una canción como "Under the Bridge" o la desgastada "Give It Away"? Por no hablar de los videoclips de la época y el peinado Leia Organa que lucía Anthony Kiedis en mi favorita "Breaking The Girl". Intentaron repetir el éxito con el fiasco que supuso "One Hot Minute" (1995) y el fichaje de un Dave Navarro que parecía haberse olvidado de Jane's Addiction y estar más interesado en pintarse los ojos y pincharon estrepitosamente. Nunca han estado más cerca de la separación que en aquella gira (que, por cierto, sólo recaló en Barcelona, me acuerdo como si fuese ayer...)
Después de este disco el cambio de aires era tan necesario como respirar y se sacaron de la chistera un álbum como "Californication" (con Frusciante de nuevo en sus filas para alegría de todos) que, si bien no es su mejor disco, estaba repleto de singles que todos y cada uno de sus detractores se desgañitan cantando en directo, "By The Way" fue un disco más flojo (con la gran guitarra de John sonando como nunca) pero una gran excusa para salir a la carretera y seguir haciendo actuaciones explosivas y el problema de "Stadium Arcadium" (2006) es su duración, les habría quedado un disco mucho más apañado si no hubiese sido doble, aún así la gira de presentación fue apabullante con un Frusciante en estado de gracia y Flea, Kiedis y Smith disfrutando cada noche antes miles de espectadores.
A pesar de no ser su mejor disco les hizo estar en la carretera casi dos años y ganar cuatro Grammys. Los Red Hot Chili Peppers necesitaban un respiro, ordenar sus vidas y volver a recuperar la ilusión por el grupo. Mientras Kiedis se dedicaba en cuerpo y alma a su hijo y a surfear, Flea recibía clases de piano y composición, Smith descansaba con su familia y Frusciante seguía perdido en una galaxia muy muy lejana.
"I'm With You" es el disco más marciano de toda su discografía en cuanto a sonido, sus aires son totalmente diferentes y mucho me temo que decepcionará a todos aquellos que esperan ver semidesnudos a Kiedis y compañía sobre los escenarios. La parte más dolorosa es la salida de Frusciante, un Pepper en toda regla, pero he de reconocer que me alegra la entrada de Josh Klinghoffer (guitarrista de apoyo durante la gira de "Stadium Arcadium" y amiguete de Frusciante, por tanto canterano), un jovencito prodigioso que puede tocar cualquier instrumento y sacar de él un sonido totalmente diferente, si escucharle es un placer, verle es de otra galaxia (algunos ya le conocíamos de oídas gracias a los discos en solitario de Frusciante) ya que se le ve disfrutando con mayúsculas. Su manera de entender guitarra es particular: distorsión a raudales pero sin sonar contundente sino como un pintor abstracto que prefiere derramar pintura acá y allá, más pendiente de transmitir que de exhibirse. Su incorporación al grupo les ha dotado de frescura y ganas, aparte de descubrirles sonoridades diferentes como, de otra forma, le ha ocurrido a Flea que se ha desmarcado del bajo (que no abandonado) y gracias al cretino de Damon Albarn ha conocido la música africana de primera mano viajando por el continente.
Tanto han querido cambiar que hasta la portada es diferente, encargándose de ella el artista Damien Hirst, una maravilla minimalista que captura, sobre fondo blanco, a una mosca posada en una píldora con el título del disco ("I'm With You") que, por cierto, se le ocurrió al recién incorporado Josh que escribió las palabras "I'm With You" en un papel y se lo enseñó a Kiedis en el estudio mientras el resto se devanaba los sesos buscando título al disco.
Grabado en los Cello Studios de Los Angeles, en los EastWest Studios y Shangri La Studios, repitiendo con el otro Pepper que ya es, por derecho propio, Rick Rubin, "I'm With You" es un disco que habla de la vida y la muerte según Flea, no apto para fans inmovilistas, aquellos que han envejecido prematuramente y disfrutan del pasado mientras dejan correr el presente.
¡Ojo al que lo escuche pensándose que todo será como el adelanto! El single "The Adventures Of Rain Dance Maggie" (que sí me parece un buen corte) porque la sorpresa es de órdago. "Monarchy Of Roses" está llena de vitalidad y rejuvenece su sonido, "Factory Of Faith" recupera al mejor Flea (¡qué forma de hacer sonar el bajo!). "Brendan's Death Song" es una de las más trabajadas mientras que "Ethiopia" suena fresca a rabiar con el bajo de Flea como único protagonista, dice que ha escuchado mucho a los Rolling Stones y nos lo creemos por los ritmos setenteros funkys y bailables mezclados con las influencias africanas que desprenden los dedos del bajista. "Look Around" os hará olvidaros de "Give It Away" y "Goodbye Hooray" es tan desenfadada que os enamorará, "Police Station" e "Even You Brutus?" lo confirman; estamos ante uno de los discos hechos con más ganas de toda su discografía, un esfuerzo titánico por recuperar la pasión y las ganas perdidas, moderno y diferente como "Did I Let You Know" y sus guitarras juguetonas que cuando quieren hacer un solo no dudan en pintar con brochazos de distorsión y ruido controlado todo a su paso. Mención especial merece "Happiness Loves Company" que no parece del grupo, Kiedis cantando sobre un piano a ritmo de los setenta y unos coros estupendos. Por no hablar de "Annie Wants A Baby" con una melodía preciosa.
Para acabar "Meet Me At The Corner" y "Dance, Dance, Dance" por si quedaba algún descreído, todo esto lujosamente empaquetado bajo la impoluta producción de Rick Rubin, con un sonido tan limpio, preciso y espectacular que crea adicción. Carece de singles, ¿pero acaso importan?
© 2011 Jesús Cano