Cuando la gente me pregunta cómo es posible llegar a escuchar música tan variopinta, estilos tan diferentes, realmente no sé qué responder. Supongo que, al igual que cambiamos de ropa, de peinado o nos apetece comer variado, el alma necesita un tipo diferente de alimento según el momento y sería inútil hablarle de estilos o artistas; te gusta lo que te gusta y es tu estómago quien te pide lo que necesita en cada momento, no le des más vueltas.
Jeff Bridges es todo un artista pero no hay que perder el norte; es un actor. Y esto no ha de servir de lastre para que no pueda diversificar su talento y dedicarse a pintar o cantar, puede hacer lo que quiera pero siempre se le mirará con recelo cuando invada otras disciplinas y reciba más atención de la debida únicamente por el trabajo en el que destaca.
¿Por qué le di una oportunidad a este disco? ¡Porque es Jeff Bridges, es uno de mis grandes y debía hacerlo! Después de que el disco de Hugh Laurie me callase la boca y le tomase cariño a su interpretación de Bad Blake en "Corazón Rebelde" (la cual le hizo ganar el Oscar), recuperé su "Be Here Soon" del 2000 y lo volví a escuchar, creo que Bridges se ha acorralado él solo porque su primer disco (a pesar de lo que prensa especializada dijo) me parece un buen disco.
Vamos a ver, seamos objetivos; no es el "Pet Sounds" ni el "Rubber Soul" pero sí que se disfruta y contiene buenos temas además de que Bridges fue lo suficientemente inteligente como para no etiquetarse él mismo dentro de un determinado estilo con lo que creativamente podía navegar a su antojo entre un mar de influencias sin ningún tipo de complejo o deuda a determinadas raíces. No fue bien recibido, a la crítica no le gusta que los actores canten igual que al público no le termina de convencer que los músicos interpreten, es así. No diré que lo escucho día y noche pero sí que me gusta, "She Lay Her Whip Down" o "Choke" eran ideales para disfrutar de tu "Ruso Blanco" a sorbitos (por no hablar de aquella atrevida "Van Gogh in Hollywood")
Pero si en su anterior disco fue inteligente al no adscribirse a ningún género, en éste comete dos errores flagrantes. Uno, adentrarse en el country y convertirse en una versión ñoña, autocomplaciente y light de su personaje "Bad Blake" (un auténtico e íntegro cantante de los que no quedan), intentando continuar el éxito que aquel le proporcionó y dos; llamar a este disco con su nombre, como si fuese un nuevo comienzo, ignorando al anterior.
Aún con esas, el reclamo de escuchar a Jeff producido por T-Bone Burnett (ex-guitarrista de Bob Dylan y superproductor que sabe conjugar éxito y calidad con un gusto exquisito) era superior a mi, además el single "What A Little Bit Of Love Can Do" es bueno a rabiar, desenfadado y vibrante pero con sabor. El videoclip, en blanco y negro, nos mostraba a Bridges con un aspecto a medio camino entre Bad Blake y Kris Kristofferson, no tenía opción; había que escuchar el disco entero.
Pero aquel single era tan sólo eso, un buen single, una buena promoción de un disco en el que según avanzas se van acabando tus argumentos para salvarlo. La calidad es innegable pero el álbum pierde fuerza tras el segundo tema, "Falling Short" que se desarrolla cansada y tristona hasta el slide de "Everything But Love" que es una canción bonita, para escuchar y relajarse pero que te hace entrar en la recta final de un disco que acaba de empezar. "Tumbling Wine" se salva por esas guitarras y arreglos con una herencia más que debida a Tom Waits, los últimos treinta y tres segundos son un robo a mano armada al de Pomona (que, por cierto, saca nuevo disco en breve. ¡Qué ganas!).
"Nothing Yet" es preciosa pero, al igual que "Everything But Love", tiene un tempo demasiado lento y vaporoso. De "Blue Car" te gustará su tintineante piano, de "Maybe I Missed The Point" el ritmo, "Slow Boat" es más de lo mismo, destaca el cambio de registro en su voz pero cuando llegas a "Either Way" tu paciencia se ha acabado y "The Quest", a solas con su guitarra y acabando con todo el grupo, no te aporta nada. Si te gusta Jeff Bridges debes escucharlo, si no; puede quedarse en simple anécdota y tú ahorrarte el disgusto.
¿Por qué le di una oportunidad a este disco? ¡Porque es Jeff Bridges, es uno de mis grandes y debía hacerlo! Después de que el disco de Hugh Laurie me callase la boca y le tomase cariño a su interpretación de Bad Blake en "Corazón Rebelde" (la cual le hizo ganar el Oscar), recuperé su "Be Here Soon" del 2000 y lo volví a escuchar, creo que Bridges se ha acorralado él solo porque su primer disco (a pesar de lo que prensa especializada dijo) me parece un buen disco.
Vamos a ver, seamos objetivos; no es el "Pet Sounds" ni el "Rubber Soul" pero sí que se disfruta y contiene buenos temas además de que Bridges fue lo suficientemente inteligente como para no etiquetarse él mismo dentro de un determinado estilo con lo que creativamente podía navegar a su antojo entre un mar de influencias sin ningún tipo de complejo o deuda a determinadas raíces. No fue bien recibido, a la crítica no le gusta que los actores canten igual que al público no le termina de convencer que los músicos interpreten, es así. No diré que lo escucho día y noche pero sí que me gusta, "She Lay Her Whip Down" o "Choke" eran ideales para disfrutar de tu "Ruso Blanco" a sorbitos (por no hablar de aquella atrevida "Van Gogh in Hollywood")
Pero si en su anterior disco fue inteligente al no adscribirse a ningún género, en éste comete dos errores flagrantes. Uno, adentrarse en el country y convertirse en una versión ñoña, autocomplaciente y light de su personaje "Bad Blake" (un auténtico e íntegro cantante de los que no quedan), intentando continuar el éxito que aquel le proporcionó y dos; llamar a este disco con su nombre, como si fuese un nuevo comienzo, ignorando al anterior.
Aún con esas, el reclamo de escuchar a Jeff producido por T-Bone Burnett (ex-guitarrista de Bob Dylan y superproductor que sabe conjugar éxito y calidad con un gusto exquisito) era superior a mi, además el single "What A Little Bit Of Love Can Do" es bueno a rabiar, desenfadado y vibrante pero con sabor. El videoclip, en blanco y negro, nos mostraba a Bridges con un aspecto a medio camino entre Bad Blake y Kris Kristofferson, no tenía opción; había que escuchar el disco entero.
Pero aquel single era tan sólo eso, un buen single, una buena promoción de un disco en el que según avanzas se van acabando tus argumentos para salvarlo. La calidad es innegable pero el álbum pierde fuerza tras el segundo tema, "Falling Short" que se desarrolla cansada y tristona hasta el slide de "Everything But Love" que es una canción bonita, para escuchar y relajarse pero que te hace entrar en la recta final de un disco que acaba de empezar. "Tumbling Wine" se salva por esas guitarras y arreglos con una herencia más que debida a Tom Waits, los últimos treinta y tres segundos son un robo a mano armada al de Pomona (que, por cierto, saca nuevo disco en breve. ¡Qué ganas!).
"Nothing Yet" es preciosa pero, al igual que "Everything But Love", tiene un tempo demasiado lento y vaporoso. De "Blue Car" te gustará su tintineante piano, de "Maybe I Missed The Point" el ritmo, "Slow Boat" es más de lo mismo, destaca el cambio de registro en su voz pero cuando llegas a "Either Way" tu paciencia se ha acabado y "The Quest", a solas con su guitarra y acabando con todo el grupo, no te aporta nada. Si te gusta Jeff Bridges debes escucharlo, si no; puede quedarse en simple anécdota y tú ahorrarte el disgusto.
© 2011 Jesús Cano