SETLIST: No hay mañanas/ Tierra baldía/ Reconozco la frontera/ Esperando mi tren/ Odio/ Manos arriba/ Quiero Aire/ San Pedro/ Princesas o mendigos/ Hay besos/ Lo que me hace feliz/ Faro de Lisboa/ Fuera de Lugar/ Si es tan sólo amor/ Tú y yo/ No va más/ El Dorado
La entrada del Teatro Circo Price está abarrotada, la gente se agolpa para entrar minutos antes del comienzo de la actuación. Revólver actúa de nuevo en la capital pero esta vez es para defender uno de sus discos más innovadores y sorprendentes; Argán. Si al comenzar esta aventura uno podía tener sus reservas y mirar con excepticismo el cambio de aires de Carlos Goñi, éstas se disipan una vez se le da la oportunidad tanto al disco como al directo. El escenario, decorado al gusto árabe, con lámparas y una bonita alfombra central nos remite a cualquier tetería marroquí del centro de Madrid (a falta de un poso viajero más amplio) y nos da una idea de por dónde van a ir los tiros.
El público, variopinto, como el que últimamente puebla todos los conciertos y actuaciones. Mirándolo desde la grada uno se cuestiona cuántos han escuchado el nuevo disco entero, cuántos escuchaban a Goñi hace diez, quince o veinte años y cuántos han llegado a escuchar otra cosa que no sea Revólver. Digo esto porque creo que es este mismo público el que ha condenado a Revólver al ostracismo por parte de los medios y gran cantidad de la crítica, viéndose perjudicada la imagen de un músico como Goñi que, se quiera o no, es uno de nuestros grandes.
A las nueve y cuarto pasadas sale el grupo. Carlos, el último, como siempre. En el escenario son seis (guitarra y voz, bajo, batería, acordeón, violín, percusionista y segundo vocalista) pero en realidad son tres los que soportan todo el peso. A pesar del intento de trasladar Argán al directo con todos sus arreglos e instrumentos, el formato de esta gira de Revólver es el más básico de todos, el más clásico; guitarra, bajo y batería. A propósito de esto; ¿Qué ocurrió con aquel bajista llamado Steve George? ¡Se le echa tanto de menos! Digo esto porque a la batería sí que teníamos a un gran conocido de hace muchos años.
Goñi en Madrid (Foto de nchooh@gmail.com) |
Es la hora de un clásico, regalar algo a los de siempre y realmente nos sorprende a todos. Debo haber visto a Revólver unas diez veces (pocas para uno de sus seguidores, muchas para el resto) y nunca había llegado a escuchar una de mis favoritas. "Esperando mi tren" de El Dorado fue una de las más coreadas y el primer clásico que hizo a todo el mundo levantarse, todo el Circo Price iluminado y caras de felicidad entre los presentes. Siguen con "Odio", una canción que a mí, personalmente, nunca me llegó a gustar pero que en directo encandila y anima a la gente, algo que nunca podré llegar a entender. ¿Cómo es posible que, con todas los temas que tiene en su repertorio, la gente disfrute tanto con éste?
"Manos arriba", precedida de uno de los momentos más intensos del concierto; cuando Carlos cuenta cómo su padre tuvo que marcharse de su país para buscar fortuna al otro lado del charco ante una audiencia inusualmente en silencio y el single "Quiero aire" que vuelve a levantar las gradas. "San Pedro", también de Sur, y a esconderse; la primera parte del concierto se ha ido en un suspiro.
Colocan unas sillas bajas en el centro del escenario y Carlos se arrance con "Princesas o mendigos" después de dedicársela a su mujer, cuando un artista se desnuda así en el escenario siempre es digno de admiración. A él se van sumando todos los músicos, la siguiente es "Hay besos" de 21 Gramos y "Lo que me hace feliz".
Para presentar "Faro de Lisboa", Goñi lo hace hablando de un hipotético último concierto, una retirada de los escenarios; "Si algún día hay un último concierto ésta sería una de esas canciones que no podría faltar". Un espontáneo le grita que no lo habrá, a lo que Carlos responde; "¡Joder que no!". "Fuera de lugar" cerrará el bloque acústico a ritmo de blues y una percusión enloquecida, recordándome a esos conciertos de Revólver de hace quince años aunque para eso faltasen "Calle Mayor" o "El aire sabe a veneno" y su Rosita.
Para los bises, toda la artillería; "Si es tan sólo amor", "Tú y yo", "No va más" y "El Dorado". Carlos Goñi se despide varias veces de su público mientras éste le pide más y más. Todos los conciertos de Revólver brillan por su entrega, sean básicos, de aire celta, norteafricanos o de rock. Parafraseando a Goñi; una noche en la que volvimos a tener más de lo normal.
© 2011 Jesús Cano