El concierto de J Mascis en Madrid fue todo menos previsible. Si su disco, Several Shades Of Why, es eminentemente acústico su actuación no dejó de sorprender alternando esa faceta acústica con capas y capas de guitarras y distorsionados solos de guitarra por si acaso había allí algún despistado que no supiese de qué grupo viene el bueno de Mascis.


Muy Fellini era el telonero para la ocasión, el trabajo de abrir un concierto siempre me ha parecido una labor harto ingrata de no ser porque ha habido veces, contadas veces, que he descubierto a grandes grupos que incluso han fagocitado al artista principal de la noche.
Anoche no fue así, Muy Fellini no suenan mal pero lo hacen como decenas, centenas o miles de grupos indie. Impostada languidez, una guitarra Fender Jaguar (como mandan los cánones) y una batería precisa y limpia (que siento decir que para mí fue lo único destacable de este dúo compuesto por Juan Maravi de Sök y Eduardo Ugarte de Half Foot Outside) intentaron calentar la noche. En el Moby hacía un calor agobiante y las letras de Muy Fellini no ayudaron, un final a puro guitarrazo y a otra cosa mariposa; si os he visto no me acuerdo.
Lo de Mascis fue otra galaxia. Interpretó temas como Listen To Me, Not Enough, Several Shades Of Why, The Wagon u Oceans In The Way de sus Dinosaur Jr. callándonos la boca a todos, overdubs de guitarras acústicas, punteos imposibles, arpegios, solos y jams galácticos de varios minutos, alargando algunos temas hasta el paroxismo para deleite de los fans más ruidosos, como si Elliott Smith y Neil Young se hubiesen ido de juerga con los Sonic Youth más psicodélicos. Ya al final, la estupenda Can I abría los bises. El grunge murió en el 94 pero esto es rock; sólo eso.
© 2011 Jesús Cano