Crítica: Hugh Laurie "Let Them Talk"

Cuando saltó la noticia de que Hugh Laurie estaba grabando un disco me llevé las manos a la cabeza y pensé que se aprovechaba de su fama (algo que tan poco podría haber sido reprochable) pero, cuando supe que sería un disco de blues y jazz, solté una sonora carcajada. Imaginé a hordas de fanáticos de la serie escuchando cuatro canciones de Louis Armstrong o Robert Johnson y me indigné. ¡No podía ser! Una cosa es que toque el piano en algún que otro episodio y otra muy distinta es que sea capaz de hacer un disco entero.

Antes de ayer cayó en mis manos una copia de Let Them Talk, lo dejé en el coche y, ayer a altas horas de la madrugada, lo puse mientras volvía a casa; me había equivocado de pleno. 


Es un disco largo, muy largo para ser el debut de un actor metido a músico, es un disco demasiado largo para cualquier primerizo y, sin embargo, suena de maravilla. Grabado y producido por John Henry en Nueva Orleans, con un repertorio auténticamente de escándalo; Louis Armstrong, Ray Charles, Blind Blake, Robert Johnson, Bessie Smith, Leroy Carr, Memphis Slim. Un dobro, mandolinas, vientos, teclados, pianos, slides y Tom Jones, Irma Thomas y el mismísimo Dr. John como invitados. ¿Cómo podría sonar mal? ¡Es imposible!

Laurie bromeaba con motivo de este lanzamiento: "No nací en Alabama en 1890, deberían saberlo (…) y que quede registrado que soy un inglés blanco de clase media, entrando en la propiedad privada de la música y mitología del sur americano. Y si esto no fuera lo suficientemente malo, soy actor"

El comienzo con St. James Infirmary de Amrstrong es delicioso, apesta a bar y a humo, huele a club. Jay Bellerose, David Piltch, Greg Leisz, Kevin Breit y, nada más y nada menos, que Allen Toussaint (uno de los grandes ídolos de Laurie) echa una mano con los arreglos mientras el propio de Hugh acaricia las teclas y se lanza con la guitarra. 


Police Dog Blues, They're Red Hot o John Henry suenan portentosas en su voz que, sin ser maravillosa, suena bien, suena muy bien sin desmerecer ni al repertorio ni a los músicos. The Whale Has Swallowed Me a golpe de zapato en lo que parece una improvisación sutilmente acompañada.


Battle Of Jericho suena imponente. Baby, Please Make a Change con Tom Jones y Let Them Talk cierran un disco que, críticas aparte, puede presumir de buen gusto y clase sin llegar a ser pretencioso o quedarse a medio gas. Una gran sorpresa, todo un acierto, dejemos que hablen...


© 2011 Jesús Cano